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Fórmula 1

Hamilton sufrió una fuerza G diez veces superior a una montaña rusa tras su choque con Alonso

Lewis Hamilton se arruinó a sí mismo en el Gran Premio de Bélgica provocando un accidente con Fernando Alonso que todavía sigue trayendo cola. Al intentar adelantar al piloto español sin disponer de espacio físico para hacerlo, provocó que una de las ruedas de su coche pasara por encima de un neumático del Alpine y saliera volando varios metros. Ahora, los datos recogidos confirman la dureza del golpe que sufrió cuando su Mercedes volvió al asfalto.

“Fue un gran, gran impacto. Se midió una fuerza de 45G en la grabadora SDR del automóvil, una cifra muy grande para una carga vertical», ha revelado James Vowles, director de estrategia de automovilismo de Mercedes. Esa cifra multiplica por diez la fuerza G que llega a experimentar una persona durante un trayecto en una montaña rusa.

El accidente obligó a abandonar a Hamilton y sus ingenieros detectaron el principal problema desde el inicio. «Lo que notamos casi inmediatamente después del impacto contra el suelo fue una pérdida de líquido refrigerante. De hecho, puedes ver a bordo de Alonso que el refrigerante salió volando hacia él. La temperatura empezó a subir bastante rápido y esa fue la razón principal para detenerlo en la pista», explicó Vowles.