Golpe de autoridad de Froome y adiós de Contador a sus opciones

La organización del Tour de Francia había intentado evitar que Chris Froome pusiera la carrera de cara a sus opciones tan pronto como el año pasado. Los franceses pensaron que estableciendo las dos primeras etapas de montaña con final en descenso evitarían que los demarrajes del dos veces campeón de la prueba no surtieran efecto.

Sin embargo, Froome le dio un zasca a los que pensaron el recorrido para incordiarle El jefe de filas del Sky se lanzó al ataque en el descenso del Peyresourde y sacó 13 segundos al grupo de favoritos para alzarse con el maillot de líder aventajar a sus máximos rivales en media minuto.

Para los intereses de los españoles, la buena noticia la protagonizó un Purito Rodríguez que es tercero de la general, mientras que la mala la dio un Alberto Contador que perdió 1:50 en la etapa con el británico y que ya está a más de 3 minutos en la general. Recortar esa distancia para el madrileño, por mucho que se recupere de sus heridas antes de los Alpes, parece una misión imposible.

El Sky sorprendió a propios y extraños controlando desde el primer momento de la etapa la cabeza del pelotón. El equipo inglés marcó una marcha de altísimo nivel que no permitió que la fuga compuesto por Pinot, Martin y Majka nunca llegara a irse por encima de los dos minutos. Visto el resultado final todo tenía sentido.

El conjunto de Froome atacó en el Peyresourde como estaba previsto, pero con el colombiano Sergio Henao. Esas hostilidades a falta de dos kilómetros para el final del último puerto del día despertaron al resto de favoritos. Contador no pudo engancharse a la rueda del resto de grandes por escasos metros, pero parecía optimista a enlazar en el descenso tras perder 30 segundos en la cumbre.

Justo al coronar, y mientras Nairo Quintana tomaba un poco de agua, Froome pilló a todo el mundo desprevenido y se marchó hacia adelante poniendo en jaque al pelotón. El Movistar vio como se marchó hasta los casi 30 segundos, pero por suerte para ellos el equipo BMC echó una mano para que el bicampeón del Tour no se fuera a más distancia.

Por detrás, Contador volvía a estar sólo y sin compañeros y se tenía que comer la tostada de recortar las distancias. El corredor del Tinkoff perdió en la meta un tiempo enorme con un Froome que sorprendió a todos con su estrategia. Ya el británico es bueno hasta bajando. Parece que el Tour vuelve a tener patrón. Mañana etapa reina de los Pirineos. Habrá cómo recuperan la moral algunos.