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La Fiscalía decide no acusar a Bartomeu por el ‘caso Neymar’, pero DIS puede sentarle en el banquillo

El caso Neymar sigue su curso en la Audiencia Nacional. Después de que el juez De la Mata propusiera este lunes procesar a Neymar, a sus padres, a Sandro Rosell y a Bartomeu por delitos de estafa y corrupción entre particulares, la Fiscalía ha decidido excluir de su escrito de acusación al actual presidente del Barcelona.

Según informaron este martes fuentes de la Fiscalía, el Ministerio Público no ve que existan indicios delictivos que apunten a la participación de Josep María Bartomeu en las irregularidades que inflaron el coste del fichaje de Neymar hasta los 83 millones de euros.

A pesar de la decisión del juez instructor, José de la Mata, de incluir al presidente del Barcelona en el auto de procesamiento y encausarle por delitos de corrupción entre particulares y estafa, la Fiscalía renunciará a reclamar penas para Bartomeu.

Pero esto no significa que el presidente del Barcelona se haya librado de sentarse en el banquillo. Ni mucho menos. La causa se abrió por la querella presentada por la empresa DIS, que poseía el 40 por ciento de los derechos federativos de Neymar, y que dejó de cobrar 3,2 millones siempre según la Fiscalía por las maniobras de Rosell y Bartomeu con el clan Neymar. Si DIS, como acusación particular, pide incluir al presidente del Barça en su escrito de acusación, Bartomeu se sentará en el banquillo. Sólo en el improbable caso de que DIS no le incluya en la causa, el presidente azulgrana quedaría fuera del procedimiento.

El juez De la Mata había propuesto juzgarle junto al delantero, sus padres, el ex presidente del Barcelona, Sandro Rosell, así como el propio club catalán. El magistrado tomó esta decisión después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le obligara a reabrir la causa, que él mismo había archivado, y modificando su primer auto de transformación, en el que ventilaba la cuestión en sólo tres párrafos y sin incluir hechos ni acusados.

En opinión del titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, el contrato firmado en 2011 por el que Neymar recibía aparentemente 40 millones euros habría impedido que el jugador que entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia de modo que «se obtuviera una mayor cantidad económica por el traspaso» constituyendo el delito de corrupción entre particulares.