Deportes
Gran Premio de Australia

La FIA arruinó el carrerón de Sainz con una sanción surrealista

La gran carrera de Carlos Sainz en Australia se fue al traste por una sanción surrealista de la FIA. El máximo organismo penalizó al piloto español con cinco segundos de penalización por el toque con Fernando Alonso en la resalida tras la segunda bandera roja, y acabó cayendo hasta la duodécima y última posición. El de Ferrari provocó que el asturiano hiciera un trompo y eso desencadenó una serie de accidentes por detrás que obligaron a sacar una nueva bandera roja.

Tras analizar lo sucedido, la FIA optó por sancionar a Sainz con cinco segundos arruinando así un auténtico carrerón del madrileño. Tras el accidente de Albon que obligó a sacar el Safety Car, Ferrari optó por parar a su único piloto en pista con la mala suerte de que Dirección de Carrera decidió sacar la bandera roja unos minutos después de su parada.

En la resalida, Sainz partía desde la undécima posición. El Gran Premio de Australia se complicaba seriamente para él pero Ferrari ha mejorado notablemente el coche de Arabia Saudí a aquí y eso se notó. El piloto español salió lanzado y en pocas vueltas se situó delante, en cuarta posición, presionando a un Fernando Alonso que se veía obligado a pisar el acelerador para evitar que le alcanzaran.

El toque con Alonso condenó a Sainz

A tres vueltas del final, Magnussen reventó una rueda y rompió la suspensión dejando trozos por la pista. Esto obligó a la FIA a sacar la segunda bandera roja del día. Esta vez Sainz salía cuarto, justo por detrás de Alonso. El madrileño salió con todo y terminó tocando a Fernando en las primeras curvas y eso acabó provocando una nueva bandera roja. Por suerte para el de Aston Martin, al no haber pasado por el primer sector las posiciones de salida serían las mismas que en la anterior resalida, es decir con el 14 tercero y el madrileño cuarto.

Sin embargo, la FIA decidió sancionar a Sainz con cinco segundos por esa acción lo que provocó que el español terminara en el puesto duodécimo y último, y por tanto fuera de los puntos. «Es inaceptable. Tienen que esperar a que termine la carrera y hablar conmigo. La sanción es muy severa», decía el de Ferrari por radio. Pero ya no había vuelta atrás. La penalización se había aplicado y todo el trabajo de Carlos en Albert Park se fue al traste.