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La extrema elegancia del Real Madrid al no poner al árbitro como excusa

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El mensaje interno del Real Madrid tras perder la Copa del Rey ante el Barcelona era claro y conciso: no se habla ni se raja de los árbitros. Los blancos supieron perder. Felicitaron a los culés y no se escudaron en la excusa fácil de que los colegiados podrían haber pitado una falta clara de Claver a Taylor en la última jugada.

Los ánimos a la llegada de vestuarios estaban caldeados y más tras ver la envestida –¿involuntaria?– de Oriola a Doncic en la celebración del primer gran título azulgrana desde 2014. Los madridistas hablaron en el vestuario y sacaron esa elegancia de los equipos ganadores, aunque no es la primera –ni será la última– decisión arbitral que les perjudica ante el eterno rival.

Pablo Laso fue el primero en dar la cara y no tuvo mayores reparos en «felicitar al Barcelona» por su final en la Copa del Rey. El técnico se limitó a decir que la última jugada la puede ver todo el mundo. «No es día para hablar del arbitraje, las imágenes están ahí», dijo con gran elegancia.

Con el mismo semblante se mostró el base argentino madridista Facundo Campazzo, quien no quiso evaluar la labor arbitral y sólo quiso felicitar al Barcelona. «No voy a juzgar a los árbitros, ellos tampoco juzgan a los jugadores. Me gusta más ser autocrítica, y hoy no jugamos como lo veníamos haciendo», dijo.

«Estoy orgulloso de la garra y la ambición que tiene mi equipo. Es falta de Claver sobre Taylor, hoy nos ha tocado cruz con esto. Pero este equipo no tiene excusas. Felicito al Barcelona, pero sobre todo a mi equipo por lo que ha demostrado hoy», aseveró un Rudy Fernández que ha renacido en esta Copa del Rey.

El Real Madrid ha perdido las tres últimas finales y en eso se quiere enfocar la plantilla blanca. Quedan dos títulos de suma importancia por delante y saben que hoy han fallado después de regalar 30 minutos de vida al Barcelona. En el club confían en pleno en Laso y están por llegar Sergio Llull y Gustavo Ayón. Esta final perdida puede servir como impulso para lo que resta de temporada y si no al tiempo.