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FRANCIA 0-2 ESPAÑA

A España en el VAR no le gana nadie

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

España gana en el VAR. Porque a los españoles en el VAR no nos gana nadie. Jugó bien la selección en París ante una Francia que fue Mbappé y poco más. Dominó La Roja en un primer tiempo espectacular, pero le falló el estoque. Y en la segunda mitad el árbitro se fue tres veces al VAR y en el VAR España es invencible. El VAR anuló el gol de Griezmann, pitó el penalti a Deulofeu y dio validez al gol del propio Deulofeu. Por cierto, el VAR acertó las tres veces.

España salió dispuesta a gobernar la pelota y Francia a contragolpear. Nos duró poco el dominio, porque Gameiro rompió la cintura a Piqué como si fuera la de un click de Famobil en el minuto 4. Fue el primer aviso. El segundo lo dio Mbappé, el niño maravilla, que remató a bocajarro y a la remanguillé un centro desde la derecha. Pero España –al contrario que el Real Madrid- sí tiene portero y De Gea sacó un pie maravilloso.

Molaba el partido, que tenía ritmillo, intensidad y velocidad. Incluso Busquets e Iniesta dieron un par de patadas, quizá porque ante Francia no hay amistosos. Igual que Koke, que reventó a Mbappé después de una maravillosa maniobra del delantero del Mónaco, que se estaba exhibiendo en los primeros minutos. Sí, parece que ha nacido para jugar en el Madrid.

Al efecto Mbappé respondió España con una ocasión de Iniesta, que tiró flojito pero con muy mala leche y su disparo susurró por fuera al poste izquierdo de Lloris. El partido tenía el vértigo del descenso del Sella visto por una GoPro. Sólo Morata, perdido entre mile de azules, chirriaba en el duelo. Hasta Gameiro parecía bueno. Perdón, quiero decir parecía un jugador decente al menos.

Dominaba España con una Francia voluntariamente replegada para explotar su mayor virtud, la misma le falta al coche de Fernando Alonso: la velocidad. Era el epítome del partido: nosotros dominamos, ellos contraatacan. Morata rozó en boca de gol el ídem en el minuto 24 después de una buena maniobra de Pedro desde la derecha y un error en cadena de la zaga francesa donde, que no lo había consignado, jugaba Umtiti, ese central que falla más que Pedro Sánchez en unas elecciones.

En el 27 volvió a perdonar Iniesta después de una jugada coral de España. Se plantó delante de Lloris con un desmarque lento pero habilidoso, como un jubilado colándose en el autobús, pero su disparo con el exterior le salió al cuerpo del portero de Francia, que repelió la pelota. Si es que aquí, menos el del Madrid, todos los porteros del mundo paran.

España torea de salón

España gustaba y se gustaba. Toreábamos a Francia, pero nos fallaba el estoque. Francia fiaba todo al contragolpe y a la tremenda zancada del tremendo Mbappé. Y así se iba pasando el primer tiempo, como si se estuviera jugando a cámara rápida. De Gea evitó otro susto en el 42 después de un centro que se envenenó al tocar en Sergio Ramos. Así llegó el descanso.

La segunda parte nació con un solo cambio: Bakayoko por Rabiot. Deschamps y Lopetegui se tomaban el amistoso muy en serio. En el 47, en la primera que tuvieron los franceses, se pusieron por delante. El tanto lo marcó Griezmann con un cabezazo en fuera de juego, pero como se estrenaba el VAR, el colegiado anuló el gol.

Lopetegui metió a Thiago y Silva por Isco e Iniesta. España ya no mandaba tanto. Gameiro evidenció sus carencias técnicas al marrar un pase de Griezmann que se le quedó enganchado cuando estaba en boca de gol. El juego decayó en ritmo e intensidad y la victoria coqueteaba un rato con cada selección.

Seguían los cambios y Deschamps quitó a Mbappé, desfondado y después de un gran partido en el que se exhibió en el escaparate como un maniquí de Hugo Boss. En el 67 nos pitaron un penalti dudosillo por derribo a Deulofeu, VAR mediante, que acaba de entrar al campo, Deulofeu no el VAR. Lo marcó Silva después de engañar a Lloris. España, cuando menos se lo esperaba y con el partido ya roto por los cambios, se ponía por delante.

El gol terminó de matar a Francia, que se salió del partido. Y el VAR volvió a ser protagonista en el segundo tanto, que marcó Deulofeu. El gol era legal, pero el asistente tuvo el muelle rápido y lo anuló. El árbitro se fue al VAR y el VAR volvió a ponerse del lado de La Roja. Pues a lo tonto nos habíamos puesto 0-2 cuando estábamos jugando mejor.

Y así se fue muriendo el partido, con España controlando el juego y con la victoria en el bolsillo, sabedores de que a los españoles en el VAR no nos gana nadie.