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Tras la lesión de Salah

Egipto se arma contra Sergio Ramos en la embajada de España en El Cairo

Decenas de manifestantes acudieron a este lugar tan representativo portando fotografías del jugador

Sigue siendo el enemigo público número a pesar de que se ha confirmado que el futbolista egipcio estará en el Mundial

Sergio Ramos no tendrá Egipto como uno de sus futuros destinos de vacaciones. El futbolista del Real Madrid sigue siendo el enemigo público número uno del país africano tras la lesión de Salah y ahora han trasladado sus protestas hasta la misma embajada de España en la capital de El Cairo… y con armas.

Decenas de manifestantes se congregaron en uno de los sitios representativos de la ciudad egipcia para cualquier español portando fotografías del que es su ídolo en el deporte mientras proferían insultos de todo tipo al madridista. Además alguno de los asistentes iban armados, lo que elevó el grado de peligrosidad sin que acudiera la policía.

Todo viene del pasado sábado, cuando un forcejeo de Sergio Ramos y Salah acabó con el segundo en el suelo doliéndose del hombre. El jugador del Liverpool intentó seguir en primera instancia pero luego vio que era imposible y las alarmas empezaron a sonar en su tierra debido a la cercanía del Mundial -el tercero de su historia.

Desde el momento que se retiró del campo, el madridista empezó a ser el objeto de las críticas en los hinchas reds pero sobre todo en la afición egipcia. Calificativos como «carnicero» y peticiones del estilo «que Dios se encargue» de él son algunos de los ejemplos, que ahora se ha elevado a la máxima potencia con hombres armados.

Desde el judo hasta demandas

Mohamed Salah no sufre una lesión grave en el hombro y estará en el próximo Mundial. Sin embargo las locuras en torno a él con Sergio Ramos como principal víctima no se han dejado de suceder hasta llegar a este punto de ir armado.

La Federación Internacional de Judo y la Europea calificaron la accion como una llave ilegal que no se puede realizar en este deporte. Los días pasaban y el odio hacia el madridista no cesaba hasta tal punto que un abogado egipcio interpuso una demanda sobre él de mil millones de euros además de una queja a la FIFA.