Deportes
Barcelona y Argentina

Dos Messis contrapuestos

Las dos caras de Leo Messi son evidentes. El argentino es uno cuando juega con el Barcelona y otro cuando defiende los colores de su selección. Los datos están sobre la mesa y demuestran que el '10' no termina de ser ese jugador diferencial con la Albiceleste, que ayer perdió ante Venezuela en un amistoso por 1-3.

Otra decepción de la selección de Argentina, y esta con Leo Messi de vuelta sobre el césped. El jugador del Barcelona volvió a defender la camiseta de la Albiceleste tras nueve meses sin hacerlo, pero la vida sigue igual. El ’10’ no consigue ser ese jugador diferencial y ‘extraterrestre’ cuando se enfunda la elástica de la selección, y Argentina perdió ante Venezuela por 1-3 en el amistoso disputado en el Wanda Metropolitano.

Los números están sobre la mesa y el algodón no engaña. Messi es uno cuando juega con el Barça y otro bien diferente cuando lo hace con su selección. No es nuevo, lleva pasando muchos años y es la gran espina que el crack argentino tiene en su carrera. Los datos son elocuentes. Desde 2015 hasta la actualidad, Messi ha disputado 25 partidos oficiales con la Albiceleste entre todas las competiciones en los que ha marcado 14 goles. Si habláramos de otro jugador las cifras serían hasta destacables, pero esos números distan muchísimo de los del Messi azulgrana, que ha jugado en la presente temporada 37 encuentros y ha marcado la friolera de… ¡39 goles!. 

Más allá de esos registros, que son tangibles y dejan clara la existencia de dos Messis contrapuestos, las sensaciones también hablan por sí solas. Messi no parece feliz cuando defiende los colores de la selección de Argentina. Los continuos fracasos y la presión que existe en aquel país alrededor de su figura puede ser clave en este sentido. Le siguen comparando con Maradona, que ganó un Mundial echándose a la espalda el combinado nacional, pero Messi todavía no ha sido capaz de levantar la Copa del Mundo con la Albiceleste y los argentinos se encargan de recordárselo cada poco.

En cualquier caso, ante Venezuela se pudo comprobar que, pese a que Messi no sea el mismo que deslumbra en el Barcelona, el equipo no acompaña para nada, ni en lo que se refiere a nivel individual de los jugadores ni en cuando al banquillo, con un Scaloni que no da con la tecla y que está muy cuestionado.