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Doce años no son nada: CR7 vuelve a una final de la Eurocopa

De aquél bisoño Cristiano que empezaba a encandilar a los amantes del fútbol en la Eurocopa de 2004 a este jugador que ya es leyenda del deporte rey han pasado 12 años de muchos éxitos pero también fracasos. Tres balones de oro, tres Champions y múltiples títulos más le contemplan, pero a nivel de selección nunca ha tenido una oportunidad tan franca como la de mañana.

En el lado de la gloria está su amplio palmarés tanto individual como colectivo a nivel de clubes, mientras que en el de las decepciones tiene en su haber una espina clavada por encima del resto: ganar algo con su selección.

4 de julio de 2004, Portugal estaba ante la gran oportunidad de hacerse con su primer título importante con su país. El rival, Grecia, y el escenario -estadio de Da Luz (Lisboa)- eran propicios para ello.

Cristiano Ronaldo, que ya había marcado a los helenos en el partido que curiosamente daba el pistoletazo de salida a la Eurocopa (derrota 1-2), estaba cuajando una gran competición y empezaba a estar en boca de todos con sus 19 años y un todavía dorsal 17.

Sin embargo, la gran tragedia griega iba a consumarse con un solitario gol de Charisteas que dejaba a toda una nación hundida, reflejo de las lágrimas de la gran promesa lusa hundido sobre el terreno de juego tras el pitido final.

Alemania y España, verdugos

La siguiente Eurocopa era una prueba de fuego para la renovada selección portuguesa que comandaba ya Cristiano Ronaldo con el 7 en la espalda.

Tras vencer a Turquía y República Checa, y perder ante la anfitriona Suiza en la fase de grupos, los lusos se plantaban en cuartos de final ante el peor rival posible: Alemania. Los malos augurios iban a cumplirse con una derrota que mandaba a CR7 y los suyos a casa.

En la siguiente edición (2012), el combinado portugués iba a ser encuadrado en el grupo precisamente contra su verdugo hacía cuatro años -Alemania- con el que iba a perder el primer partido pero iba a resarcirse con dos triunfos ante Dinamarca y Holanda.

Ronaldo, en pleno apogeo futbolístico, estaba conduciendo de nuevo a su selección a la gloria con un tanto en cuartos que daba el pase a semifinales. Entonces, España iba a ser su rival, y la lotería de los penaltis la forma más cruel de acabar con el sueño luso.

Ahora, CR7 está ante una nueva oportunidad de levantar un centro continental que se le resiste desde hace más de una década. Francia será el duro hueso de roer para una Portugal que tiene similitudes con la Grecia que le dejó sin la gloria al madridista en su debut en la Eurocopa.