Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1

Checo Pérez llega líder del Mundial de destructores a su juicio final con Red Bull en Spa

El piloto mexicano se la juega en Lieja

21 puntos en las últimas siete carreras es inadmisible para su escudería

Los austriacos se reunieran el próximo lunes para decidir su futuro

Checo
Checo Pérez y su jefe, Christian Horner, en Bélgica. (Getty)
Kike Sáez

No va más. Checo Pérez ha ido agotando todas sus balas hasta llegar al Gran Premio de Bélgica en una situación realmente crítica. La de este domingo podría ser su última carrera como piloto de Red Bull y sólo una actuación magistral le puede librar del despido después de ser renovado hasta 2026 hace apenas mes y medio. Esas escrituras ya no importan y la escudería austriaca, a la que nunca le ha temblado el brazo, podría poner punto y final a la andadura del mexicano tras su juicio final en el circuito de Spa-Francorchamps.

¿Resultados que pueden salvar a Pérez? Pues, por ejemplo, los logrados los dos años anteriores, en los que encadenó dos podios consecutivos, ambos quedando segundo. Checo también sabe lo que es no finalizar la carrera en Lieja, pues le ha pasado tres veces (dos en 2011 y 2012 con Sauber y otra en 2017 con Force India).

Pero sin duda su capítulo más bochornoso en este trazado se produjo en 2021, cuando perdió el control de su Red Bull en la vuelta de formación, chocó con una protección y pudo finalizar gracias a que aquella fue una de las pruebas más surrealistas de la historia de la Fórmula 1 en la que sólo se corrieron dos giros por la lluvia.

Este año llega muy tocado a la última carrera antes de las vacaciones de verano. El próximo lunes habrá una reunión muy importante en la sede de Red Bull en Milton Keynes, en la que se debatirá si seguir apostando o no por Checo, que aterrizó en Bélgica, ocupando la séptima posición de pilotos, y habiendo sacado sólo 21 puntos de las siete pruebas más recientes.

Checo es el piloto más ‘caro’

Además, la factura más cara para su equipo es la cantidad económica que han costado sus accidentes. En sólo 13 fines de semana de motor, el mexicano ha tenido cuatro accidentes. El primero fue en Mónaco, donde destrozó por completo su coche en la primera vuelta. Tras su primer abandono, Red Bull decidió renovarle para insuflarle una dosis de confianza que se transformó en un manojo de nervios para él.

A la siguiente cita del calendario, Checo repitió batacazo en Canadá, donde además de sufrir un destrozo, se empeñó en pilotar por la pista, lo que le costó tres puestos de sanción en la siguiente carrera. En España y Austria no tuvo ningún contratiempo más que dos malos resultados, pero en Gran Bretaña y Hungría rompió su monoplaza de forma consecutiva en la Q1 de ambos Grandes Premios.

El patinazo de Hungaroring fue la gota que colmó en vaso y lo que desató una ola de declaraciones desde dentro de Red Bull que no dejan nada claro su continuidad. Él, por su parte, dijo en su llegada a Spa que «al 100%» la de Bélgica no será su última carrera con el equipo austriaco, que ha tenido que desembolsar alrededor de 3.350.000 euros a causa de todos sus accidentes.

Con diferencia, Pérez es el que más caro le sale a su fabricante en este Mundial de F1, seguido de pilotos de la zona baja como Alexander Albon, Guanyu Zhou, Logan Sargeant o Daniel Ricciardo. Este sábado Checo volverá a una sesión de clasificación después de estamparse en las dos últimas y en ese preciso momento (16:00 horas) será cuando arranque su juicio final con Red Bull.

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