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Tenis: Copa Davis 2025

Carreño se hace gigante: vence a Struff y deja a España a un punto de la final de la Davis

El asturiano da a España el primer punto de la semifinal contra Alemania

Munar podría sellar el billete a la final si vence a Zverev, la otra opción será el dobles

Día languideciente en Bolonia. Cielo gris y adornado por una lenta y perenne lluvia. De esas que parece que no, pero cuando uno se quiere dar cuenta ya está calado. Día de manta y película en el sofá de casa y de procastinar responsabilidades. No debe ni puede Pablo Carreño, cuyo escenario mañanero es un partido a cara de perro con Struff, viejo rockero alemán. Lo resolvió (6-4, 7-6) el asturiano tras firmar un ejercicio de convicción y acertada estrategia. Primer punto de la semifinal para España, a uno de la final de la Davis. Lo buscará Munar ante el gigante Zverev y, de suceder lo contrario, a cara o cruz en el dobles. La Armada sobrevive.

Carreño se presentó en el SuperTennis Arena de Bolonia, cuya imagen, desangelada, contrastaba con lo que se jugaba sobre la pista. El asturiano salió con el plan definido. Meter primeros saques y apretar el revés del alemán desde el inicio. Una hoja de ruta que no varía ni cuando le vienen mal dadas y Struff saca su cañón a pasear. Se defiende Carreño a base de cortados y convierte el intercambio en un ejercicio de paciencia. ‘Pégale fuerte que voy a hacer lo mismo’, parecía decir Pablo. Y Struff, que de paciencia tiene poco, se precipita y cuando no se topa con la red lo hace con el límite de pista.

El alemán sale del lío a base de potencia. Reducir el tiempo de los puntos y convertir el partido en un pique a fuerza. Eso busca, pero no lo encuentra, se queda a medias cuando consigue la primera rotura porque Carreño se la devuelve de inmediato y gana su siguiente juego en blanco. Poco a poco se va diluyendo la tranquilidad Struff, que no es amigo de la calma y se mueve como un funambulista entre la cara y cruz. A ratos lo primero, especialmente con su saque, y ratos lo segundo.

Una derecha suya se le marchó larga y Carreño selló la primera manga con otra rotura. Golpe al mentón del alemán y a las decenas de aficionados alemanes que ya no muestran la bandera con tanto fervor. Se viene arriba Pablo, arropado por su banquillo, que celebra cada punto como si fuese el definitivo. Struff se levanta y muestra otro empaque en el segundo set. Eleva, demostrando que sí se podía más, la potencia en la derecha y mejora su porcentaje al saque, su principal arma. Buena arma tiene ahí.

Utiliza Carreño su plan como escudo. Sigue martilleando y encontrando petróleo cuando ataca al revés. Cada punto se convierte en un duelo de poder. Ninguno se quiebra, se mantiene en pie Struff para levantar tres bolas de partido. También Carreño para que eso no le pese. Se van al tie break donde el alemán llegó a colocarse 1-6 arriba y acabó desdibujado. Pablo le negó las cinco bolas de set y la inercia le llevó a ganar siete puntos seguidos y el partidos. España, a una victoria de la final. Turno de Munar.