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Ana Imaz: «El Jockey Club perdió los resultados del análisis que me hubiese exculpado»

Ana Imaz quiere que se conozcan todas las irregularidades que rodean los controles antidopaje en el mundo del turf. La entrenadora denuncia la pérdida de análisis, la falta de profesionalidad a la hora de transportar las muestras o la falta de transparencia cuando se comunican los resultados.

Ana Imaz denuncia una persecución. La entrenadora desveló a OKDIARIO la situación que atraviesa después de haber sido sancionada por positivos de caballos preparados por ella. Sus confesiones a este periódico han desatado un terremoto en el mundo del turf. El enlace de la noticia corría entre los móviles hasta el punto que la Junta Directiva del Jockey Club se ha visto obligado a emitir un comunicado oficial.

Sin embargo, Ana no se achanta pese a la respuesta del organismo que regula las carreras en España y está decidida a que se sepa «la verdad». «El mundo del turf está muy engañado», asegura. Para ello, alza la voz para explicar las irregularidades relacionadas con los controles antidopaje tales como pérdida de análisis, muestras que llegan abiertas al laboratorio o resultados que se hacen oficiales… a caballos que no han sido sometidos al control.

«La cadena de custodia depende de los veterinarios contratados por el Jockey Club. Te suelen decir: ‘Entra, deja al caballo en el salivario y sal’. En Francia hay una ventana en la que tu puedes ver al caballo, pero en España no. Y tienes que aceptarlo, porque si el mozo no firma que todo es correcto automáticamente estás descalificado», explica Imaz. «Luego, hasta que llegan al laboratorio, las muestras recogidas se meten en sacas que van en el maletero de un coche, y que no se mandan inmediatamente, sino que muchas veces viajan a Madrid antes de ir al laboratorio homologado de París», relata.

Ana hace hincapié en una negligencia que podría haber evitado su situación actual. Se trata de un control al caballo Green Soldier el 1 de octubre en La Zarzuela. «Monsieur Gadot, jefe de veterinarios de France Galop, me dijo que era muy raro lo que me estaba pasando porque eran restos de estanozolol. Era muy importante para mi porque un resultado negativo me hubiese exculpado, pero los análisis se perdieron», relata. «A mí nadie me dijo nada, al contrario, me esquivan. Se descubrió porque después de mucho tiempo pregunté qué pasaba con mis análisis. El Jockey Club tuvo que sacar un comunicado, al que ha tenido acceso OKDIARIO, en el que aseguran que la muestra fue extraviada. 

Pero esta no es la única irregularidad que denuncia Ana: «En abril de 2018, en la poule de España, mi hermana (Eva, también sancionada) tenía un caballo al que hicieron control y al mes recibió una carta del laboratorio diciendo que hay que repetirlo porque la saca había llegado abierta». Algo similar sucedió con las muestras A y B de los análisis realizados a la yegua Maragata unos meses después en el Premio Bar Génesis siendo la ganadora en el hipódromo de San Sebastián. El Jockey Club publicó los análisis con un resultado negativo, pero explicando que «no se pudieron realizar todas las pruebas por volumen de sangre insuficiente o muestra degradada». Según los expertos a los que consultó la Asociación de Propietarios «la razón más probable podría haber sido la exposición de ambas muestras  a temperaturas demasiado altas» habiéndose podido producir «por negligencia de la empresa encargada del transporte» y contratada por el Jockey Club.

Pero aún hay más. Ana se indigna cuando relata lo que le sucedió a su padre, Ángel Imaz, en octubre de 2018. Después de un control por sorpresa a su cuadra, muchos de sus caballos fueron sometidos a los análisis pertinentes. Días después se conoció que los resultados de todos ellos eran negativos, pero cuál fue su sorpresa cuando en el listado de resultados se encontraba el caballo Gomars, que dos días antes había viajado a Francia y no se encontraba en la cuadra en el momento del control. «¿Cómo va a ser negativo el resultado de un análisis que no has hecho?», asegura.

Otra de las faltas de transparencia que denuncia la entrenadora es la notificación de los resultados, que «ahora sólo llegan a una persona». Se trata del secretario del Jockey Club. «Se suele enterar todo el mundo antes de la persona interesada. Hace unos años se presentaban las hojas del laboratorio con el código, pero ahora sólo un folio con el sello del Jockey Club. Algo falla ahí», explica.

Ana se siente sola. No siente ni respaldo del Jockey Club ni tampoco de los presidentes de propietarios y criadores. «En sus reuniones hablarán, pero luego se callan por miedo a las represalias», dice respecto a Reza Pazooki y Federico Riopérez. «No lo sacan a la luz ni defienden al mundo del caballo cuando están viendo irregularidades», añade.

«No tengo ayuda porque conozco a todos. Son gente retorcida que se alegra del mal. Muchos me acusan de no comprar caballos en España, pero yo compro lo que tengo que comprar y he ganado con caballos comprados al presidente del Jockey Club», asegura.

Sanción «fuera de código» a su padre

Ana Imaz no entiende la sanción impuesta a su padre, al que el Jockey Club ha decidido cerrar el expediente abierto, pero multar con 5.000 euros y limitarle el número de caballos: «Es algo que no contempla el código español. Se inventan el código según les interesa. ¿Quiénes son para limitar el trabajo de la gente? Y encima tenemos que dar gracias de que le dejen tener los 10 caballos que tiene».

Y es que la relación entre Ángel Imaz y uno los comisarios de Disciplina, Manuel Rodríguez, viene de lejos. «Me hace gracia que diga que cuando hablo de persecución son tonterías cuando hace 30 años tuvo que pagar al bufete de abogados de mi padre porque había firmado un control antidoping que era positivo en orina cuando ese caballo nunca había orinado».

Ana también quiere señalar a otro de los comisarios, concretamente a César Guedeja: «Este señor habla de honestidad, pero ¿puede hacerlo después de que el 14 de diciembre de 2017 llamase a France Galop para decir que mi caballo no podía correr porque yo estaba sancionada por dopaje?». «Tuve la suerte de que France Galop se puso en contacto conmigo, llamé al secretario, el señor Jesualdo, y mando un email diciendo que no lo estaba y que todo estaba correcto para correr. ¿Luego va a actuar lealmente para juzgarme?».