Deportes
Derrota del español en segunda ronda

Alcaraz entrega la corona en Queen’s ante un sublime Draper

Carlos Alcaraz cayó eliminado en segunda ronda de Queen's a manos del tenista local Jack Draper (7-6, 6-3))

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Alcaraz se despide de sus opciones de ganar, por segundo año consecutivo, el torneo de Queen’s. El tenista español se vio sorprendido en segunda ronda por el nº1 británico, un Jack Draper que con un juego poderoso, basado en el servicio, el resto y la volea, pero también en la consistencia, apartó del cuadro al vigente campeón por un claro 7-6, 6-3. Alcaraz no se encontró con sensaciones en pista y después de perder el primer en el tie break, una sola rotura de servicio a favor de Draper marcó la diferencia para sellar la gran sorpresa de lo que va de torneo en Londres.

En un día soleado, propicio para dar algo más de juego sobre la rapidísima pista de hierba, Alcaraz se mostró fallón con golpes con los que habitualmente desequilibra y Draper, por su parte, permaneció concentrado y sin sentir un ápice la presión de un público que apretaba para llevarle en volandas a la victoria. El jugador local, tras escasa hora y 40 minutos de partido levantaba los brazos y se colaba en el hueco del campeón en cuartos de final de Queen’s.

La de este jueves es la primera derrota de Carlos Alcaraz en hierba desde 2022, después de que el año pasado consiguiera el doblete en Queen’s y Wimbledon, torneo que aparece ahora como su próximo objetivo. El peso de Roland Garros, tanto en el plano físico como en el mental, pudieron afectar a Alcaraz frente a un Draper en racha –reciente ganador en Stuttgart– y quien con un juego sublime en todos los aspectos lanza un aviso al español, poniendo tierra de por medio a su camino triunfal, hasta hoy, sobre hierba.

Alcaraz, sin sensaciones en Queen’s

El partido no fue en ningún momento por el camino que había diseñado Carlos Alcaraz. Después de una victoria con matices en primera ronda ante Cerúndolo, el británico Jack Draper, en plena racha y con la confianza por las nubes, aparecía en el horizonte del jugador de El Palmar con todos los peligros a los que pudiera temer. Zurdo, sacador, buen voleador y reciente campeón en un torneo de hierba, el de Stuttgart, Draper completaba la paleta con el apoyo del público londinense, volcado con la nueva esperanza de su tenis en las icónicas pistas de hierba.

Alcaraz ya tiene callo sobre superficie de césped, por lo que todo hacía indicar un partido de estilos diferenciados y máxima igualdad. Así fueron sucediéndose los primeros juegos, sin breaks y con la visita de los insectos como principal acontecimiento en pista, más allá de lo escrito. Carlos, quien ya demostró en Indian Wells tener un imán para estos animales, tuvo que lidiar a base de aspavientos con una mosca, abeja o avispa, que finalmente sólo paró el partido durante unos segundos. Fue en la primera situación complicada del día, en lo deportivo, para el español, que resolvería, paradójicamente, con tres puntazos tras el incidente.

Exhibición y victoria de Draper

El campeón estaba contra las cuerdas y Draper ahondó en la herida con el primer break del partido, a su favor. Era un festival del británico, con un juego puro de especialista en hierba, sabiendo combinar restos diferenciales con un poderoso saque y subidas a la red resueltas con maestría. Alcaraz no encontraba soluciones y de manera apresurada se vio caminando en un alambre en busca de su último cartucho para evitar la eliminación.

En segunda ronda de Queen’s, pero bien podría ser una final anticipada, Alcaraz empezó a levantar puntos de partido frente a un Draper en trance, que buscaba completar su exhibición al resto. No pudo ser, porque el talento de Carlitos, incluso en sus peores días ejerce de salvavidas momentáneo. No pudo aguantar mucho, porque Draper, además de todos los golpes mencionados con anterioridad, supo mantener la cabeza fría y el cuerpo caliente para, cuando la presión más apretaba, sacar adelante el último juego de servicio y completar una victoria mayúscula que obliga a abdicar a Carlos Alcaraz en Queen’s.