El truco infalible de los fontaneros para que los radiadores calienten como nunca: adiós a pasar frío

A punto de que llegue el invierno, muchas personas buscan formas de mantener sus casas calientes sin tener que pagar un dineral en calefacción. En este contexto, los fontaneros conocen un truco sencillo y efectivo para que los radiadores funcionen a su máximo rendimiento: colocar una pequeña repisa encima de ellos. Esto evita que el calor de los radiadores suba y se pierda por el techo, distribuyéndolo por la habitación.

Por lo tanto, de cara a la época de frío, la instalación de una pequeña repisa o estante encima del radiador es una solución ingeniosa que ayuda a redirigir el calor hacia el centro de la habitación, evitando que suba directamente al techo. Este elemento actúa como un reflector térmico que atrapa parte del aire caliente, dispersándolo de manera más uniforme por la estancia. La principal ventaja de este truco es el ahorro energético, ya que no es necesario aumentar la potencia del sistema de calefacción para tener una temperatura agradable en casa.

El truco definitivo para que los radiadores calienten más

Para entender cómo una repisa puede hacer que los radiadores calienten más es importante conocer cómo funcionan. Los radiadores emiten calor principalmente a través de dos mecanismos: radiación (emisión de calor desde su superficie) y convección (calentamiento del aire que pasa por su superficie). Sin embargo, el aire caliente tiende a subir rápidamente hacia el techo debido a su menor densidad.

Esto provoca que una parte considerable del calor se acumule en la parte superior de la estancia. De esta manera, mientras el techo está caliente las zonas donde suelen estar las personas, como el sofá o la cama, permanecen más frías, obligando a subir la temperatura del termostato para compensar esta pérdida.

La instalación de una pequeña repisa o estante encima de los radiadores es un truco que recomiendan los fontaneros redirigir el calor hacia el centro de la habitación, evitando que suba directamente al techo. Este sencillo accesorio actúa como un reflector térmico que atrapa parte del aire caliente, dispersándolo de manera más uniforme por la estancia.

Ventajas

Colocar una repisa sobre los radiadores ofrece múltiples beneficios para mejorar la distribución del calor y la eficiencia energética en el hogar. Éste sencillo truco ayuda a redirigir el calor hacia el centro de la habitación, evitando que suba rápidamente al techo.

Como resultado, se logra una temperatura más uniforme en las zonas donde las personas pasan la mayor parte del tiempo, aumenta el confort térmico incluso en espacios grandes o con techos altos.

Además, la repisa también protege las paredes del calor directo, preservando la pintura y los revestimientos. En conjunto, esta estrategia sencilla es práctica, económica y eficaz para mantener el hogar cálido durante el invierno.

Instalación

Implementar este truco es sencillo y no requiere de conocimientos técnicos avanzados. Lo primero es elegir una repisa de un material resistente al calor, como madera tratada, metal o plástico termorresistente. En cuanto al tamaño, debe ser ligeramente más ancha que el radiador para garantizar que el calor se redirija de manera efectiva. Opta por un diseño que se integre con la decoración de la habitación para que no sólo sea funcional, sino también bonita desde el punto de vista estético.

1. Para instalar la repisa, necesitarás: un taladro, tornillos y soportes y  nivel de burbuja para asegurarte de que la repisa quede perfectamente horizontal.
2. Coloca los soportes en la pared, asegurándote de que estén a una altura adecuada sobre el radiador. Es importante dejar un espacio mínimo de cinco a diez centímetros entre el radiador y la repisa para no interferir con su funcionamiento.
3. Atornilla la repisa a los soportes y verifica con el nivel de burbuja que esté bien alineada. Una vez instalada, asegúrate de que quede firme y no se tambalee.

Consejos adicionales

Una de las medidas más importantes es purgar los radiadores. Con el tiempo, el aire puede acumularse en su interior, lo que impide que el agua caliente circule correctamente y reduzca su capacidad para generar calor. Al eliminar este aire atrapado, te aseguras de que los radiadores funcionen a pleno rendimiento y calienten de manera uniforme.

Otro consejo útil es instalar paneles reflectores térmicos detrás de los radiadores. Estos paneles, generalmente fabricados con materiales aislantes y reflectantes, redirigen el calor hacia la habitación en lugar de permitir que se pierda a través de las paredes. Esto no solo mejora la eficiencia energética del hogar, sino que también puede ayudarte a ahorrar en costos de calefacción.

Por último, asegúrate de que las ventanas estén bien aisladas. Las corrientes de aire o un mal sellado en las ventanas pueden provocar una pérdida significativa de calor, haciendo que el sistema de calefacción trabaje más de lo necesario. Utilizar burletes, cortinas térmicas o incluso dobles acristalamientos es una forma eficaz de minimizar estas pérdidas y mantener una temperatura agradable en el hogar.