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¿Por qué la temperatura del queso es importante a la hora de servirlo?

Son muchas las controversias en torno a esta delicia láctea: el queso. Sin embargo, una cosa que todos los consumidores tienen en común es que no les suele gustar demasiado cuando está frío. Sin embargo, uno de los errores más comunes al servir queso es comerlo recién sacado de la nevera. Pocas personas saben que lleva algún tiempo alcanzar la temperatura perfecta del queso. Ya sea que esté construyendo una tabla creativa de quesos y embutidos, o ensamblando una variedad de quesos únicos, la mejor manera de servirlos con éxito es dejar tiempo para que el queso alcance una temperatura óptima. ¿Pero cuánto? Descubre cuál es la temperatura correcta para servir el queso.

¿Cuál es la temperatura para servir queso?

La temperatura de servicio del queso es crítica porque sabe mejor cuando está más cerca de la temperatura corporal. Cuando el queso se mantiene frío, probar su sabor puede convertirse en un desafío. A medida que se acerca a la temperatura ambiente, las grasas que albergan los sabores matizados se calientan y los aromas y sabores comienzan a liberarse, haciendo que sea más gustoso y con una textura más cercana a la que debe tener.

De hecho, a medida que los quesos alcanzan la temperatura ambiente, las texturas cambian de sólidamente firmes a un estado más natural de cremosidad suave, lo que da como resultado una experiencia de sabor más multisensorial . Desde lograr una sensación en boca más agradable hasta aumentar los aromas y elevar el sabor, dejar reposar el queso después de estar en el refrigerador convierte el simple acto de picar o comer en una experiencia.

Por este motivo, la Academy of Cheese recomienda sacar el queso del frigorífico aproximadamente una hora antes de servirlo y dejarlo reposar en un plato. También sugiere preparar solo la cantidad que pretendes consumir, ya que los cambios frecuentes de temperatura pueden degradar rápidamente la calidad. Por otro lado, es importante tener también en cuenta esa temperatura ambiente que debe alcanzar el queso, dependiendo de la estación en la que estemos.

De este modo, no será lo mismo sacar el queso en invierno que en verano. Puede entonces que en invierno sí que se necesite esa hora que hemos señalado, para que el queso tenga todas las condiciones para ser degustado con todas sus propiedades, pero en verano es mejor no dejar pasar mucho tiempo. Según los expertos con apenas 20 minutos será más que suficiente.