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Parece una mala costumbre pero revelan que es la clave del éxito

No es una mala costumbre es la clave del éxito de estos millonarios

Steve Jobs entrevistado por IA 11 años después de morir

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La clave del éxito parece estar en una mala costumbre que estos expertos se encargan de revelar de una forma nunca vista. La realidad es que este tipo de detalles hace que estemos pendientes más de los demás que de uno mismo. Siendo fundamentales para poder poner en práctica algunos elementos que quizás no conozcamos. La actitud lo es todo para llegar a la cima, sin una serie de cualidades es casi imposible que consigamos que nuestro mundo cambie o que nuestros objetivos se acaben cumpliendo de una forma o de otra.

Llegar a lo más alto, nunca ha sido fácil. Por mucho que nos cuenten mil y una historias de aquellos triunfadores que han conseguido aplicar una serie de premisas hasta conseguir un éxito abrumador. No es que estén destinados a conseguir este puesto desde su nacimiento o que hayan dejado salir una capacidad innata, sino que hay algo más que debemos conocer. Puede que para los demás sea una mala costumbre, pero para personas como Steve Jobs se convirtió en una manera de llegar hasta sus objetivos, por muy lejos que estuvieran lo acabó consiguiendo con creces.

De una mala costumbre al éxito

Tendemos a pensar que una persona con una formación universitaria está destinada a triunfar por sí sola. Algo, que se ha demostrado que nada tiene que ver con el éxito. Es más, en España muchas personas con carreras comparten filas en la oficina de empleo con personas que no tienen ni la ESO.

Por mucho que uno estudie, hay algunos detalles que hacen que este éxito se resista a llegar. O por mucho que sus padres inviertan en cursos y actividades, puede que esa persona con un curriculum envidiable, no encuentre el trabajo o la oportunidad que uno esperaba.

La realidad es que muchos de los grandes nombres, aquellos que han marcado un antes y un después, no tienen carrera. Son parte de una serie de elementos que acabarán convirtiéndose en una dura realidad que nos acompañará en estos días que tenemos por delante y que pueden ser determinantes.

Es el momento de empezar a pensar en lo que nos está esperando y en las formas de llegar hasta lo más alto. En España sería una mala costumbre, pero para Steve Jobs se acabó convirtiendo en el secreto de su éxito.

Esta es la clave del éxito

Pide lo que quieras o no dudes en pedir lo que realmente quieres. Tendemos a pensar siempre en menos, es más, optamos por unas aspiraciones más bajas de lo que nos imaginaríamos y lo hacemos con la mirada puesta a un futuro modesto que puede que acabe en drama.

La realidad es que hombres como Steve Jobs aclararon sus ideas y no dudaron en ponerse manos a la obra en busca de una serie de conceptos que acabarían siendo la base de su fortaleza. No dudó en apostar claramente por una serie de elementos que acabaron siendo los que marcaron la diferencia.

Sin duda alguna, acabó siendo lo que marcó a este experto haciendo que acabará siendo uno de los más famosos de su tiempo. Siendo una persona que no dudó en pedir al universo y a él mismo, algo que parecía inalcanzable. Dejó la universidad a los pocos meses para no incrementar las deudas de su familia adoptiva.

Decidió emprender por su cuenta y esperar lo mejor. Apostando muy alto y teniendo en cuenta una serie de detalles que acabaron siendo los que marcaron un antes y un después en este camino hacia lo más alto. Él mismo se visualizó consiguiendo unos objetivos que no tuvo miedo en decir en voz alta.

Del garaje de su casa, hasta fundar una de las empresas más rentables del mundo. De pensar en vender a unos pocos a vender a millones de personas en todo el planeta. Jobs pensó en lo que le interesaba a él mismo, sin tener en cuenta a los demás y sólo buscando su propio beneficio.

A veces la tendencia es a exponernos demasiado a unos cambios que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta y que pueden ser fundamentales. No querer hacer daño a los que nos rodean o no molestar a nadie, seguramente fueron muchos los que se acercaron al garaje de los Jobs y a sus vecinos no les gustó que estas personas estuvieran cerca de su casa, pero era necesario para conseguir el éxito.

Sin causar mal a nadie, o sin pensar en sí les puede gustar más o menos, podemos crear de la nada un imperio. Es cuestión de tener muy claros los objetivos y no dudar en apostar por ellos, de tal forma que nos sumerjamos directamente en este triunfo abrumador al que queremos llegar, siguiendo el ejemplo de Steve Jobs.