Origen de la expresión ‘piel de gallina’

Conoce más sobre la piel de gallina
La piel de gallina, una reacción de nuestro cuerpo.

Frecuentemente solemos decir que se nos ha puesto la piel de gallina, no es que nos estemos transformando en el famoso ave, pero si que ocurren unas reacciones en nuestra piel similares al de este animal. La piel de gallina es una respuesta por parte de nuestro cuerpo, que no solo la tenemos los seres humanos. La pieloerección que es como se llama científicamente, actúa cuando sufrimos cambios bruscos de temperatura y otros estímulos externos.

Los cambios de temperatura originan la piel de gallina

El clima es el principal motivo, por lo que las bajas bruscas de temperatura provocan una reacción en nuestro cuerpo. Debajo de la piel están los músculos erectores de los folículos pilosos, que son los responsables de que el pelo se levante sobre nuestra piel.

No hay control sobre ellos, por lo que suelen pasar desapercibidos para muchos. Cuando hace frío se contraen los músculos erectores y el pelo se eriza, creando una minúscula capa de aire alrededor de nuestra piel que la protege de la bajada de temperaturas. Este reflejo del cuerpo es lo que da la apariencia de piel de gallina.

Además de ser un reflejo de protección de nuestro cuerpo, también es algo que compartimos y hemos heredado de nuestros antepasados los animales. Estímulos externos, caso del miedo, una situación de peligro, o el rozamiento con el chico o chica que nos guste, puede tener el mismo efecto en nuestra piel.

Las emociones de nuestro cuerpo tienen efecto también en el exterior

La tensión hace que nuestro pelo se erice y para que la piel tenga aspecto de una gallina. Las emociones de las que hablamos hacen que este efecto en nuestra piel y vello, algo parecido a lo que sucede cuando gato eriza su pelo, tiene que aumentar su tamaño corporal, cuando está amenazado o está a punto de comenzar una pelea.

En este caso la responsable principal es la adrenalina, que se produce únicamente por las glándulas suprarrenales, que están situadas encima de los riñones.

Todo esto hace que cuando se recibe un estímulo externo, además de ponerse la piel de gallina, temblamos de miedo y se acelera el corazón.  Algo que debes saber, es que cualquier otro estímulo externo puede provocarlo, desde el amor al cine o la música.

La piel de gallina es una expresión que que se ha hecho muy famosa y que siendo sinceros es bastante comprensible en vista del parecido físico de nuestra reacción física. Ahora ya sabes la razón ¿no?

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