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Ni velas ni ambientadores: este truco natural deja tu casa oliendo a limpio durante días

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Hay algo más agradable que entrar en casa y sentir que huele bien? Sin embargo, mantener un aroma fresco y agradable no es una tarea sencilla. Normalmente, la solución más común son los ambientadores, las velas aromáticas o los difusores eléctricos. Sin embargo, estas soluciones presentan un gran inconveniente: el aroma apenas dura unos minutos o, con suerte, unas pocas horas. Si realmente queremos que la casa huela a limpio durante varios días, sin químicos ni fragancias artificiales, existe un truco natural muy efectivo.

«Los ambientadores no eliminan el mal olor, lo enmascaran. En cambio, este truco lo neutraliza y purifica el ambiente», explican los expertos. Según quienes lo han probado, el aroma se puede mantener hasta tres o cuatro días, especialmente si se repite el proceso una vez por semana. A diferencia de las velas, no hay combustión ni residuos, y al ser un producto natural, se puede usar en hogares con niños o mascotas. Además, este remedio casero se puede aplicar sobre sobre textiles, como sofás, cortinas o alfombras.

El truco natural para que la casa huela de maravilla

Aunque huelen bien, la mayoría de ambientadores comerciales liberan compuestos orgánicos volátiles (COV), una mezcla de químicos que pueden irritar las vías respiratorias y provocar dolores de cabeza o alergias en personas sensibles. Además, algunos incluyen ftalatos, los cuales permanecen en el ambiente durante horas.

Por eso, muchas personas han empezado a buscar alternativas naturales, como este truco del que todo el mundo está hablando en redes sociales. ¿Lo mejor? Puedes hacerlo con productos que seguro ya tienes en casa, como bicarbonato de sodio, agua caliente y cáscaras de limón o de naranja. El proceso es muy simple, y sólo requiere seguir estos pasos:

  1. Hierve agua en una olla o cazo.
  2. Añade dos cucharadas de bicarbonato de sodio.
  3. Incorpora cáscaras de limón o naranja (también sirven mandarina o pomelo).
  4. Agrega ramitas de canela, clavo o romero según tu preferencia.
  5. Deja reposar y coloca el recipiente en la estancia o vierte el líquido en un pulverizador.

El bicarbonato actúa como neutralizador de olores, mientras que los cítricos y las especias aportan una fragancia ligera y natural. «El secreto está en que el bicarbonato elimina las moléculas de olor del ambiente, no las cubre. Y los aceites esenciales de los cítricos aportan una sensación de limpieza y frescor duradero».

Este truco natural crea un entorno alcalino que neutraliza ácidos y bacterias responsables del mal olor. Al mismo tiempo, el vapor del agua caliente actúa como difusor natural, liberando el aroma poco a poco. Los aceites esenciales presentes en las cáscaras de cítricos tienen propiedades antibacterianas y desinfectantes, lo que explica la sensación de frescor que permanece horas después de aplicar la mezcla.

Otras soluciones caseras

Aunque este truco natural es el más popular, existen otros remedios para mantener la casa fresca durante días. Lo primero y más importante es abrir todas las ventanas durante al menos 10 minutos todas las mañanas (incluso en invierno) para renovar el aire y reducir la concentración de humedad.

Una alternativa sencilla son las bolsitas aromáticas. Se pueden comprar o preparar en casa con pequeños saquitos de algodón o lino rellenos con lavanda, romero, menta o pétalos secos. Lo ideal es colocarlas en el interior de cajones o armarios para que desprendan un perfume suave que ahuyenta el olor a humedad y mantiene la ropa fresca.

La lavanda destaca por su poder relajante y antiséptico; el romero, por su aroma limpio y mediterráneo; y la menta, por su efecto refrescante. Para intensificar el olor, se pueden añadir unas gotas de aceite esencial. Lo ideal es reemplazar las hierbas cada dos o tres meses.

Plantas

Diversos estudios de la NASA han demostrado que algunas especies son pueden filtrar toxinas y contaminantes en espacios interiores, como el formaldehído, el benceno o el tolueno.

Entre ellas destacan el potus (Epipremnum aureum), la sansevieria o lengua de suegra y la palma areca. Estas especies absorben gases nocivos a través de sus hojas y los transforman en oxígeno. Por su parte, el potus es ideal para espacios con poca luz y no requiere muchos cuidados, mientras que la sansevieria soporta bien ambientes secos y libera oxígeno durante la noche. Mientras, la palma areca aporta humedad ambiental, lo que ayuda a mantener el aire menos cargado y más saludable.

Más allá de la decoración o la limpieza, el olor afecta directamente a nuestro estado de ánimo. No se trata sólo de una cuestión estética: los aromas influyen en la percepción emocional del espacio y en cómo nos sentimos dentro de él.Según diversos estudios en psicología ambiental, los olores naturales y frescos pueden reducir los niveles de estrés, y mejorar la concentración sensación de confort. «El cerebro asocia los aromas con experiencias. Un olor limpio y natural puede transmitir calma, seguridad y orden», comentan los expertos.