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Ni lo sabes ni te lo esperas: todos estos alimentos tienen bichos aplastados

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Todos estos alimentos tienen bichos aplastados, no es algo que se sepa y quizás no te esperas. Cada vez más, somos conscientes de lo importante que es comer bien, dejando a un lado, los alimentos procesados y apostando claramente por lo natural. Una tendencia que nos llevará a estar muy pendientes de un giro radical que puede acabar siendo lo que nos acompañará en estos días en los que no vamos a parar de mirar las etiquetas de lo que comemos.

No es normal que un bizcocho tenga una etiqueta enorme, la realidad es que es un dulce que debería llevar huevos, harina, azúcar y aceite y poco más. Pero para que dure más tiempo, necesita conservantes, para que esté más esponjoso, quizás algo más que la levadura y para que tenga un sabor a limón, no suelen añadirle la ralladura de este cítrico. Como en casa, es imposible que comamos fuera de ella. Es una máxima que deberemos tener en consideración y que puede ser esencial en estos días. Hay alimentos más allá de estos dulces que tienen bichos aplastados y cuya finalidad de estos insectos te sorprenderá.

Ni te lo esperas ni lo sabes

Podemos estar comiendo bichos sin esperarlo, los expertos en alimentación y en tecnología de los alimentos, nos pueden dar alguna sorpresa inesperada. De la mano de una serie de elementos que llegan sin avisar y que pueden dejarnos en shock si leemos las etiquetas de los alimentos que comemos.

Lo normal sería que al leer los ingredientes de estos alimentos que consumimos, los conozcamos todos. Es decir, no se escondan, detrás de ninguna sigla que indica que estamos ante un producto químico o con un uso que quizás desconocemos.

Algo que cada vez está siendo más perseguido, aunque en realidad se usan de forma tan significativa que pueden ponernos en riesgo quizás sin esperarlo. Son tiempos de aprovechar al máximo algunos elementos que pueden acabar siendo los que nos afectarán de lleno.

Es hora de aprovechar al máximo determinados detalles que hasta la fecha no hubiéramos tenido en consideración. Son días de cambios que pueden convertirse en un problema para todos. Cuando nos damos cuenta de lo que comemos, las consecuencias pueden llegar a ser terribles en estos días que tenemos por delante.

Todos estos alimentos tienen bichos aplastados

La realidad es que quizás somos veganos que estamos comiendo animales o somos personas a los que los bichos no les gustan nada y nos los están dando de comer. No sólo está permitido, sino que es una realidad, se usan estos insectos para darles color a los alimentos de forma ‘natural’.

Tal y como nos explican los expertos de Imbarex: «E120, comúnmente conocido como carmín, extracto de cochinilla o ácido carmínico, es un colorante rojo natural derivado del insecto cochinilla (Dactylopius coccus). Este insecto es nativo de Centro y Sudamérica y se encuentra principalmente en cactus, especialmente en la chumbera (Opuntia). El tinte se extrae de los cuerpos secos y triturados de la cochinilla hembra y se ha utilizado como colorante rojo durante siglos, remontándose a las civilizaciones azteca y maya. El carmín o E120 destaca por su rojo vibrante, que varía según su concentración y método de preparación. Este colorante es popular en la industria alimentaria y cosmética por su estabilidad e intensidad superiores a otros naturales. Con el interés por la transparencia en alimentos, muchos preguntan: ¿Es seguro el E120 y qué más debemos saber? Los consumidores de hoy son cada vez más conscientes de su salud y de los aditivos en los alimentos. Con tantas denominaciones desconocidas en las etiquetas, entender qué significan puede parecer descifrar un código secreto».

Siguiendo con la misma explicación: «La producción del E120 comienza con la recolección de insectos cochinilla de sus cactus hospederos. Luego, los insectos se secan y trituran hasta obtener un polvo fino. Posteriormente, este polvo se trata con agua o alcohol para extraer el ácido carmínico, que es el agente colorante activo. Luego, el ácido carmínico se purifica y combina con sales de aluminio o calcio para crear el tinte carmín. Este proceso es altamente laborioso y requiere una gran cantidad de insectos. Aproximadamente 70,000 cochinillas son necesarias para producir una sola libra de carmín, lo que resalta el esfuerzo y recursos involucrados en su producción». Los usos de este elemento te pueden sorprender: