Ciencia
Volcanes

Sorpresa monumental entre los geólogos: descubren que los continentes se «derrumban» desde abajo y forman volcanes

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

La comunidad científica tiene controlados muchos volcanes submarinos por si erupcionasen. Lo más sorprendente es que la visión clásica sobre cómo se originaron en el fondo de los océanos podría estar apunto de cambiar.

Y es que un estudio internacional publicado en Nature Geoscience ha señalado que los continentes no sólo se fragmentan en la superficie, sino que también se «derrumban» lentamente desde abajo, lo que libera material que viaja cientos de kilómetros hasta alimentar volcanes oceánicos situados lejos de los límites tectónicos.

El proceso es muy lento y, realmente, no debería preocuparnos en términos de seguridad, pero ofrece una nueva explicación a cómo se formaron los volcanes en los océanos.

El mecanismo desconocido de los continentes que explica los volcanes en los océanos

Según el estudio dirigido por la Universidad de Southampton, los fragmentos de los continentes se desprenden de su base y son arrastrados hacia el manto oceánico, la capa caliente y mayoritariamente sólida situada bajo el fondo marino.

Este fenómeno ha sido descrito en un comunicado oficial de la universidad como el resultado de ondas de inestabilidad en el manto, que se activa cuando los continentes se estiran y separan.

Pero la clave la han dado los modelos numéricos utilizados, ya que demuestran que las ondas barren la base de las raíces continentales a profundidades de entre 150 y 200 kilómetros, con lo que arrancan delgadas láminas de material.

A pesar de su fuerza, el desplazamiento es extremadamente lento: un millón de veces más lento que un caracol, según ejemplifica el estudio publicado en Nature Geoscience.

Una vez desprendidas, estas láminas viajan lateralmente impulsadas por el flujo del manto, recorriendo en ocasiones más de 1.000 kilómetros antes de mezclarse con el manto oceánico.

Ahí, ese material continental enriquece el magma con elementos químicos anómalos que emergen en volcanes insulares y montes submarinos, incluso en regiones alejadas de los límites de las placas tectónicas.

La teoría que acaba con uno de los grandes misterios de los volcanes submarinos

Lo más importante del trabajo es que aporta una solución a un misterio geológico que llevaba décadas sin resolverse: la presencia de señales químicas típicas de los continentes en islas volcánicas del océano abierto.

Hasta ahora, se atribuía estos elementos enriquecidos a la subducción de sedimentos o a la acción de plumas mantélicas, pero en muchos casos estas explicaciones no encajaban con la temperatura o con la historia tectónica local.

La mezcla inesperada de materiales se debe a ese transporte lateral de fragmentos continentales desprendidos millones de años atrás. La presencia de estos elementos se mantiene durante largos periodos porque las láminas arrancadas siguen alimentando el manto oceánico incluso cuando los continentes ya se han separado.

La prueba que hicieron los geólogos en un volcán de la Isla de Navidad

Para validar el modelo, el equipo aplicó su análisis a casos como el de la Isla de Navidad, en el océano Índico, donde existen concentraciones inusuales de elementos enriquecidos asociados normalmente con la corteza continental.

Esta señal geoquímica se originó poco después de la ruptura del supercontinente Gondwana, cuando una inyección de material continental alteró la composición del manto local.

Lo curioso es que la marca química persistió durante decenas de millones de años, y alimentó los volcanes sin necesidad de recurrir a plumas mantélicas profundas.

Hay zonas como la Antártida donde todavía quedan muchos volcanes escondidos debajo del hielo, por lo que el mecanismo de las ondas del manto no descarta que existan otros procesos.