Ni adorno ni para colgar: el verdadero uso del lazo trasero de las zapatillas deportivas que no saben ni los atletas
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Seguramente más de una vez has visto esa cinta o tira en la parte trasera de tus zapatillas de deporte y te preguntaste si tenía alguna función concreta. La mayoría de las personas no sabe que este elemento, conocido como lazo trasero de las zapatillas, tiene un uso práctico que va más allá del diseño o la estética.
Lejos de ser un simple adorno, el lazo trasero de las zapatillas está pensado para cumplir una función que facilita el calzado y puede marcar la diferencia en la comodidad diaria. Su diseño puede variar según la marca y el tipo de zapatilla, pero el propósito es más común de lo que uno podría imaginar.
¿Cuál es la función principal del lazo trasero de las zapatillas?
La función más conocida y útil del lazo trasero de las zapatillas es facilitar el momento de calzarlas o quitarlas. Al tirar de él, el pie entra con mayor facilidad, evitando doblarse excesivamente o forzar el talón. Esto resulta especialmente relevante en ciertos grupos, detallados a continuación:
- Personas con movilidad reducida: quienes tienen dificultades para agacharse o flexionar la espalda pueden calzarse sin ayuda.
- Deportistas: cuando los entrenamientos requieren rapidez, este detalle agiliza el cambio de calzado.
- Niños: los más pequeños, que necesitan guía para ponerse las zapatillas, pueden usarlo como referencia.
- Personas con alguna discapacidad o lesión: facilita la entrada del pie sin necesidad de esfuerzo adicional.
Además de la función principal, el lazo trasero de las zapatillas también puede ayudar a mantener el calzado más ajustado, evitando que el talón se desplace durante la actividad física.
Materiales y tipos de lazos
No todos los lazos traseros de las zapatillas son iguales. Pueden variar según el material, tamaño y grosor. Algunos de los más comunes incluyen:
- Cinta de tela: algodón o poliéster. Ligera y transpirable, aunque menos duradera.
- Cinta de cuero: genuino o sintético. Resistente y duradera, pero más rígida.
- Cinta acolchada: tela con relleno que protege el talón y aumenta comodidad, aunque puede resultar voluminosa.
La elección del material depende del diseño de la zapatilla y del uso previsto. Por ejemplo, en calzado deportivo el lazo suele ser más robusto y funcional, mientras que en zapatillas urbanas o de vestir puede ser más estético y discreto.
Otros datos curiosos sobre el uso del lazo trasero en el calzado
No todas las zapatillas cuentan con un lazo trasero; su presencia depende del diseño del calzado. Mientras algunos modelos deportivos lo incluyen por su funcionalidad, otros diseños urbanos o más formales prescinden de él, priorizando la estética sobre la practicidad.
En caso de que se rompa, la cinta se puede reparar cosiéndola nuevamente o reemplazándola por otra similar. Aunque la apariencia de la zapatilla pueda verse afectada, su función principal de facilitar el calzado se mantiene intacta.
El lazo trasero también influye en la comodidad, aunque no es un factor determinante. Su existencia facilita la entrada y salida del pie, especialmente útil para personas con movilidad reducida, niños o deportistas que requieren rapidez.
En otros tipos de calzado, como botas de trekking o montaña, este tirador suele ser más grueso y resistente debido al uso exigente, mientras que en zapatos más elegantes puede estar presente de manera discreta o incluso ausente.
Algunas marcas aprovechan este detalle para añadir un toque de diseño, incorporando colores, estampados o logotipos, combinando funcionalidad y estética en un solo elemento.
¿Cómo se cuida el lazo trasero del calzado?
El lazo trasero de las zapatillas no está pensado para colgar las zapatillas ni como adorno. Su principal propósito es facilitar el calzado y, en algunos casos, mantener un mejor ajuste del pie. Su cuidado es sencillo:
- Evitar tirones excesivos que puedan deformarlo.
- Limpiarlo según el material, ya sea tela, cuero o acolchado.
- Repararlo si se rompe para no perder su funcionalidad.
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