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España

La Guardia Civil pone en alerta a esta zona de España por lo que esta pasando con los turistas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Huelva, uno de los destinos turísticos más visitados de España, junto con otras zonas de Andalucía occidental, ha sido escenario en los últimos meses de una oleada de robos perfectamente organizados que ha afectado principalmente a una reconocida cadena de supermercados. Este fenómeno no sólo ha supuesto pérdidas económicas considerables para los establecimientos afectados, sino que también ha generado una creciente sensación de inseguridad entre los trabajadores y la clientela habitual.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil han sacado a la luz el funcionamiento interno de un grupo delictivo perfectamente estructurado, compuesto por al menos 14 personas, que actuaban de forma coordinada para sustraer productos de alto valor económico. Las autoridades han confirmado que el grupo operaba desde diciembre de 2024, momento en el que comenzaron a acumularse las denuncias por hurtos y robos con violencia. La presión social y comercial ha sido tan significativa que la actuación policial se ha desarrollado dentro del marco del Plan Comercio Seguro, diseñado para proteger al sector minorista frente a este tipo de amenazas.

Oleada de robos coordinados en supermercados del sur de España

Lo que comenzó como una serie de hurtos aislados en diferentes establecimientos de Huelva se transformó rápidamente en una operación delictiva a gran escala. Las primeras denuncias presentadas por comerciantes alertaban sobre un patrón común en cada uno de los robos: grupos de individuos que accedían a los supermercados y, sin levantar sospechas, llenaban carros con artículos de alto valor económico, especialmente bebidas alcohólicas, aceite de oliva, embutidos y productos en conserva.

Los ladrones actuaban con gran destreza. Mientras uno o varios de ellos distraían a los empleados del comercio, otros integrantes del grupo aprovechaban para ocultar los productos sustraídos en mochilas o bolsas diseñadas para evitar los sistemas de seguridad. En cuestión de minutos, abandonaban el establecimiento sin pagar y, en muchos casos, sin que los responsables del comercio pudieran reaccionar a tiempo.

La metodología aplicada en los robos fue clave para comprender la dimensión del problema. La Guardia Civil denominó a esta operación «Odiel 52 Ibérico 2» y descubrió que se trataba una red perfectamente jerarquizada, con funciones asignadas y roles bien definidos dentro del grupo. Uno de los aspectos más preocupantes fue su capacidad de trasladarse con rapidez a otras localidades dentro de Andalucía occidental, replicando el mismo patrón delictivo en diferentes puntos de la comunidad.

Aumento de la inseguridad en el sector comercial

Aunque en un principio los delitos eran clasificados como hurtos simples, con el paso del tiempo las tácticas del grupo fueron tornándose más agresivas. En múltiples ocasiones, los implicados respondían con violencia cuando eran descubiertos por el personal del supermercado. Algunos trabajadores sufrieron agresiones físicas de consideración al intentar detenerlos o retenerlos hasta la llegada de las autoridades.

Este aumento en la violencia generó una creciente inquietud entre los empleados, muchos de los cuales comenzaron a temer por su seguridad en el entorno laboral. La situación llevó a que varias asociaciones de comerciantes y sindicatos exigieran una mayor protección por parte del Estado y el refuerzo de medidas de seguridad tanto físicas como tecnológicas.

Los propietarios de los establecimientos afectados, por su parte, hicieron públicas sus quejas sobre las pérdidas acumuladas, que en algunos casos superaban los varios miles de euros. Muchos de ellos señalaron que los robos no sólo estaban mermando la rentabilidad de sus negocios, sino que también estaban afectando su reputación ante los clientes, quienes empezaban a evitar acudir a ciertos supermercados por miedo a presenciar situaciones violentas.

Una de las revelaciones más destacadas de la investigación fue descubrir qué destino final tenían muchos de los productos robados. Según los datos recabados por los investigadores, parte del botín se vendía en mercados ambulantes, generando ingresos ilegales que permitían sostener la actividad delictiva. Sin embargo, buena parte de los artículos sustraídos era utilizada para abastecer eventos sociales y fiestas privadas.

Gracias a meses de vigilancia, análisis de grabaciones de cámaras de seguridad y entrevistas con testigos, la Guardia Civil logró identificar y detener a los 14 miembros principales del grupo. En el momento del arresto, las autoridades también consiguieron recuperar una parte significativa de los artículos robados, cuyo valor total supera los 38.000 euros.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Huelva, donde se les imputan delitos de robo con violencia, hurto y pertenencia a grupo criminal. La operación, aunque ya ha tenido un desenlace inicial con estas detenciones, sigue abierta, ya que no se descarta que existan más implicados o que la red tuviera vínculos con otras organizaciones similares.

Plan Comercio Seguro

Esta operación se enmarca dentro del Plan Comercio Seguro, una estrategia del Ministerio del Interior destinada a reforzar la seguridad en zonas comerciales de gran afluencia. Este plan contempla tanto medidas preventivas como protocolos de intervención rápida en caso de incidentes, así como una mayor coordinación entre cuerpos policiales, asociaciones de comerciantes y autoridades locales.