Curiosidades
Salud

Citoplasma: qué es y para qué sirve

La célula es la unidad mínima indispensable para la vida humana. Capaz de nutrirse, relacionarse y reproducirse y, por tanto, un elemento constitutivo de nuestro organismo del que deberíamos intentar conocer lo que sea posible. En esta ocasión, nos centramos en qué es el citoplasma, y cuáles son las funciones que cumple dentro de ellas.

Por citoplasma entendemos ese líquido gelatinoso que se encuentra en el interior de todas las células, conformado por moléculas orgánicas, sales y aguas, aunque existen diferencias según sean células procariotas o eucariotas.

Citoplasma de acuerdo al tipo de célula

Cumple funciones muy importantes para el buen funcionamiento del organismo y, por lo tanto, para la supervivencia. En primer lugar, da forma, soporte y movimiento a las células. En segundo lugar, sirve a modo de «almacén» de los órganos celulares y las moléculas. Y, en tercer y último lugar, se encarga de nutrir a las células mediante la transformación de los nutrientes recibidos en energía. Por lo tanto, no solo almacena, sino que además favorece la movilidad.

¿Qué es el citoplasma?

En las procariotas, el citoplasma se refiere a todo lo que hay dentro de ellas, envuelto en la membrana plasmática. Mientras tanto, en las eucariotas se refiere a lo que hay entre la envoltura nuclear y la membrana citoplasmática.

Esta definición se la debemos al prestigioso científico Robert Hooke, que descubrió los elementos que hacían a las células hace casi cuatro siglos cuando tuvo la oportunidad de examinarlas a través del microscopio, describiendo aquel panorama como el de un panal de abejas, lo que nos da una idea de cómo lucen.

Estructura del citoplasma

El citoplasma alberga los orgánulos de la célula, que son los siguientes:

Función e importancia

Luego, el mismo investigador profundizó en la tarea del citoplasma, explicando que es un soporte clave de las células y el facilitador de sus movimientos, al almacenar los órganos celulares y las moléculas.

Asimismo, está dividido en tres partes distinguibles entre ellas, la matriz citoplasmática o citosol, el citoesqueleto y los orgánulos, aunque otras clasificaciones separan únicamente dos zonas o regiones, ectoplasma y endoplasma.

De ahí que las enfermedades citoplasmáticas o del citoplasma sean algunas de las más severas y complicadas en cuanto a su tratamiento, con casos de trastornos graves como el cáncer, las ciliopatías, el Alzheimer y el Parkinson.