Jardinería

Los expertos en jardinería coinciden: así debes regar los geranios para que rebosen de flores en verano

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Regar los geranios es todo un reto. Para quienes no las conocen, estas son plantas populares en terrazas, balcones y jardines de toda España. Su resistencia al calor los hacen una opción ideal para quienes buscan una planta decorativa de bajo mantenimiento. Existen muchas variedades, desde las más aromáticas como el geranio limón hasta las de flores dobles.

A pesar de su resistencia, su floración depende de ciertos cuidados, siendo el riego una de las claves principales. Saber cómo y cuándo regar los geranios permite que estas plantas conserven su aspecto colorido sin comprometer su salud. El exceso de agua, igual que la falta de riego, puede afectar su crecimiento y floración.

¿Cómo hay que regar los geranios en verano, según los expertos en jardinería?

Durante los meses más cálidos, regar los geranios adecuadamente es esencial para mantenerlos en flor. En jornadas de altas temperaturas, se recomienda seguir las siguientes pautas:

  • Riego dos veces al día en días muy calurosos: una por la mañana temprano y otra al anochecer.
  • Evitar el encharcamiento: las raíces del geranio son sensibles al exceso de agua.
  • Tierra siempre ligeramente húmeda: no debe estar completamente seca, pero tampoco empapada.

Una técnica eficaz para saber si es momento de regar consiste en introducir un dedo en la tierra hasta 2 o 3 cm de profundidad. Si se percibe seca y caliente, se debe regar. En caso contrario, conviene esperar.

Otra alternativa útil es la prueba del peso: al levantar la maceta, si resulta ligera, indica falta de agua; si está pesada, no necesita riego.

¿Cada cuánto se deben regar los geranios y con cuánta cantidad de agua?

La regla general para regar los geranios en macetas es aplicar aproximadamente el 10% del volumen de sustrato. Es decir:

  • Maceta pequeña (1 geranio): alrededor de medio litro de agua.
  • Jardinera de 80 cm: aproximadamente 2,5 litros de agua.

Es recomendable observar cómo reacciona la tierra tras el riego. Si el agua se acumula sin absorberse, podría haber un problema de drenaje. En ese caso, se aconseja vaciar el platillo diez minutos después del riego.

Evitar regar en las horas de más sol ayuda a reducir la evaporación y permite que el agua se absorba mejor. Las mejores franjas del día son por la mañana y a última hora de la tarde.

Técnicas y trucos para un riego eficiente

El modo en que se lleva a cabo el riego también influye directamente en la salud de los geranios. Para evitar problemas, se sugiere:

  • No regar desde arriba: el agua sobre las flores o las hojas puede favorecer la aparición de hongos.
  • Aplicar el agua directamente sobre la tierra: bajo las hojas, de forma lenta y uniforme.
  • Usar agua a temperatura ambiente: se absorbe mejor y evita cambios bruscos en la planta.

En este marco, recipientes con sistema de drenaje o jardineras con depósito de agua son una opción eficaz para quienes no pueden regar con frecuencia. Estas soluciones almacenan el agua y permiten que se libere poco a poco según lo necesite la planta, evitando el riesgo de encharcamiento.

Qué hacer si la tierra de los reganios está muy seca

Cuando el sustrato se reseca por completo, el riego superficial no basta. En estos casos, una técnica efectiva consiste en:

  • Colocar la maceta o jardinera en un recipiente con agua.
  • Dejarla reposar durante 30 minutos.
  • Retirar y permitir que escurra bien el exceso de agua.

Esto permite que el sustrato absorba la humedad desde abajo, hinchándose poco a poco y almacenando agua de forma uniforme.

¿Cómo se evita el encharcamiento?

El encharcamiento es una de las principales causas de deterioro de los geranios. Se produce cuando el sustrato permanece húmedo durante demasiado tiempo, provocando la asfixia de las raíces y la aparición de enfermedades.

Para prevenirlo:

  • Comprobar la humedad del suelo antes de cada riego.
  • Utilizar macetas con orificios de drenaje.
  • Colocar una capa de grava o arcilla expandida en el fondo del recipiente.
  • No dejar agua estancada en los platillos o bases de las jardineras.

Una sequía breve es menos dañina que el exceso de agua. Por ello, regar los geranios con moderación y buen control es fundamental.

Abono y cuidados complementarios

El riego puede combinarse con la fertilización para favorecer una floración más abundante. Una opción común es añadir abono líquido específico para geranios en el agua cada una o dos semanas.

No se debe abusar de fertilizantes ricos en nitrógeno, ya que estimulan el crecimiento de hojas en lugar de flores.

Por último, conviene:

  • Colocar los geranios en lugares soleados, protegidos del viento.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura o humedad.
  • Recortar flores marchitas regularmente para fomentar nuevas floraciones.

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