Estos son los pueblos de España que más merece la pena ver en invierno
Pueblos como los de Riaño, Queralbs o Lanuza son algunos de los más bonitos que puedes visitar en invierno.
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Muchos son los pueblos que podemos visitar en España en cualquier época del año, pero si quieres descubrir aquellos que tienen más encanto y que además no suelen contar con tantos visitantes como en verano, nada como descubrir ahora los pueblos de España que más merece la pena ver en invierno.
Estos son los pueblos de España que más merece la pena ver en invierno
Pueblos en los que siempre nieva, que cuentan con eventos especiales precisamente en invierno o también pueblos que mantienen un clima más que agradable incluso en pleno mes de enero o febrero. Conozcamos los pueblos de España que merece la pena visitar ahora que estamos en invierno.
Lanuza (Huesca, Aragón)
Si te gustan los pueblos que se cubren de nieve cuando llega el frío, Lanuza es tu lugar. Este pequeño pueblo pirenaico se ubica justo en el corazón del valle de Tena y cada invierno suele cubrirse de nieve de modo que disfrutarás a pesar de que es posible que lleguen a los 0 grados de temperatura. El pueblo actual se ubica sobre el original que quedó cubierto de agua debido a la construcción del embalse del río Gállego. Un pueblo rodeado de montaña que en invierno es digno de una postal. Además de poder hacer varias rutas de senderismo y a escasos kilómetros tienes además Aramón Formigal – Panticosa, la estación de esquí con más kilómetros esquiables de todo el país.
Sos del Rey Católico (Zaragoza)
Sos del Rey Católico es un pequeño municipio de apenas 600 habitantes en Zaragoza que te hará sentir como si acabaras de viajar en el tiempo hasta la época medieval. Un pequeño pueblo histórico que ha servido como bastión desde el Siglo X. Si te gusta la historia y pasar un tiempo tranquilo a pesar del frío, no dudes en visitar su castillo, su mercado medieval, las murallas que lo rodean y también su palacio que data del Siglo XV, pero sobre todo, no te pierdas la Parroquia de San Esteban, una iglesia medieval que cuenta con un cripta que data del siglo XI así como varias pinturas al fresco que puedes visitar pagando tan solo un euro.
Queralbs (Girona)
En el valle pirenaico de la Vall de Nuria es donde se encuentra este otro pueblo que no podéis perderos en invierno. A 2.000 metros sobre el mar, este es uno de esos pueblos que no podrás para de fotografiar gracias al encanto de su belleza natural en invierno, en el que no puede faltar la nieve. Además, tiene también una estación de esquí.
Riaño (Castilla y León)
El pueblo de Riaño en León es conocido popularmente en la zona como los «Fiordos leoneses» y podrás entender porqué cuando lo visites. Un pueblo en plena cordillera cantábrica, en la histórica Montaña de Riaño, que se incluye además en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, antesala del Parque Nacional Picos de Europa.
Un espacio natural que es realmente espectacular cubierto por las aguas embalsadas de los río Esla y Yuso. El pueblo actual es el llamado Nuevo Riaño, ya que la construcción del embalse cubrió de agua gran parte de la zona, «ahogando» no solo al Riaño original (aunque una parte se conserva) sino a otros 8 pueblos. En este pueblo que además rezuma tranquilidad por todos lados, podrás disfrutar de la naturaleza, de la nieve, pero también de lugares que visitar como la Ermita de Nuestra Señora del Rosario junto a la que se encuentra el conocido como el banco más bonito de León.
Agua Amarga (Almería)
Por último, el pueblo que te permitirá disfrutar del buen tiempo y escapar del frío en pleno invierno. Agua Amarga es un pueblo costero que pertenece a Níjar en Almería (en concreto se ubica en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ), y que cuenta con temperaturas más que agradables en invierno (en torno a los 15-20 grados). Puedes pasear por la playa o incluso en días soleados, hay quien aprovecha para tumbarse y ponerse moreno. Un pueblo que además está muy entregado al turismo y que es realmente bonito. Sus casas blancas, su estilo pesquero y sus calles que imitan el estilo tradicional andaluz, lo convierten en un pueblo con mucho encanto también en invierno.
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