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Esta es la forma correcta de lavarse los dientes según los expertos

Esta es la forma correcta de lavarse los dientes según los expertos
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Sabes cuál es la forma correcta de lavarse los dientes? Una higiene bucal adecuada es esencial para prevenir problemas dentales y contribuir al bienestar general de la boca. Lavarse los dientes después de cada comida es crucial para eliminar la placa bacteriana, que puede dañar el esmalte dental.

La higiene dental se basa en cuatro pilares: cepillado de los dientes, uso del hilo dental y visitas regulares al dentista. Una buena higiene bucal se traduce en dientes limpios, encías saludables y ausencia de mal aliento. Además del cepillado regular, es importante evitar alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, ya que pueden ser perjudiciales para la salud dental.

La forma correcta de lavarse los dientes

Para mantener una buena salud bucal, es esencial dominar la técnica adecuada de cepillado dental. Esta técnica implica una serie de pasos fundamentales para asegurar una limpieza completa y efectiva de los dientes y las encías.

Primero, se debe colocar el cepillo de dientes en un ángulo de 45 grados con respecto a la línea de las encías, lo que permite alcanzar el surco gingival, donde la placa bacteriana tiende a acumularse con mayor frecuencia. Luego, se deben realizar movimientos suaves y horizontales para limpiar la superficie de los dientes, asegurándose de llegar a todas las áreas de la boca.

Es importante prestar especial atención a los dientes traseros, utilizando movimientos circulares para limpiar cada uno de ellos individualmente. Además, se deben limpiar los surcos de las muelas en todas las direcciones para asegurar una limpieza completa. Después de cepillarse los dientes, es recomendable utilizar seda dental para limpiar los espacios interdentales y eliminar cualquier residuo de comida que pueda quedar atrapado.

A pesar de la importancia de una buena técnica de cepillado, existen algunos mitos comunes relacionados con la higiene bucal que es importante abordar. Por ejemplo, si bien es cierto que se recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día, lo ideal sería hacerlo después de cada comida para mantener una boca limpia y saludable.

Sin embargo, es importante esperar unos 20 minutos después de comer antes de cepillarse los dientes, ya que los ácidos presentes en los alimentos pueden debilitar el esmalte dental y cepillarse inmediatamente después podría dañarlo aún más.

Además, es fundamental cepillar tanto los dientes como las encías, ya que la acumulación de placa bacteriana en las encías puede provocar enfermedades periodontales como la gingivitis. Del mismo modo, no se debe olvidar limpiar la lengua, ya que también puede acumular bacterias y provocar mal aliento si no se limpia adecuadamente.

Complementar el cepillado con el uso de hilo dental y enjuague bucal puede ayudar a eliminar aún más bacterias y garantizar una higiene bucal óptima.

Beneficios del irrigador dental

El irrigador dental es un dispositivo complementario al cepillado que funciona mediante un chorro de agua a presión dirigido hacia la encía para eliminar restos de comida y placa bacteriana. Este aparato se utiliza después del cepillado y el uso del hilo dental, ya que el cepillo limpia, el irrigador extrae residuos y el hilo perfecciona la limpieza.

Entre los beneficios del irrigador dental se encuentran la reducción de placa bacteriana y sarro dental, el masaje suave de las encías para reducir inflamación y sangrado, la sensación de limpieza y frescura duradera, la eliminación del mal aliento, y una limpieza efectiva para personas con aparatos de ortodoncia o implantes. Además, es fácil de usar y en el mercado hay una amplia variedad de modelos con diversas características.

Errores que debes evitar

Es importante evitar ciertos errores comunes al cepillarse los dientes para garantizar una buena salud bucal. Por ejemplo, cepillarse con poca frecuencia puede perjudicar la higiene dental, mientras que cepillarse con demasiada frecuencia puede dañar el esmalte. Hay que encontrar un equilibrio cepillándose unas dos o tres veces al día.

Asimismo, usar una cantidad excesiva de pasta dental no garantiza una limpieza superior, sino que puede desperdiciar producto y generar una falsa sensación de limpieza. Por ello, se recomienda utilizar solo una cantidad equivalente a un garbanzo.

Cepillarse con demasiada fuerza puede provocar la erosión del esmalte y sangrado de las encías, por lo que es importante evitar los cepillados agresivos. Además, cepillarse demasiado rápido puede dejar áreas sin limpiar, por lo que es preferible realizar movimientos pausados durante al menos dos minutos.

Enjuagarse repetidamente después del cepillado puede reducir la eficacia de la pasta dental, por lo que se aconseja dejar que el dentífrico actúe durante un tiempo antes de enjuagarse. También es importante esperar unos minutos después de comer antes de cepillarse los dientes para proteger el esmalte.

Por último, es muy importante cuidar el cepillo de dientes y elegir uno adecuado para evitar dañar las encías. Se recomienda cambiar el cepillo cada tres meses y no compartirlo con otras personas para prevenir la transferencia de bacterias.

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