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Esta es la forma correcta de lavar las uvas para deshacerte de gérmenes y bacterias

Las uvas pasan por distintos procesos desde su cosecha hasta su llegada a los puntos de venta. Durante ese trayecto, entran en contacto con diversos elementos que pueden comprometer su higiene. Su piel porosa, además, favorece la retención de residuos como polvo, pesticidas y microorganismos. Por esta razón, lavar las uvas es una medida básica para reducir el riesgo.

Cabe recordar que en el entorno agrícola, las uvas están expuestas a fertilizantes, plaguicidas, tierra y agua no tratada. Incluso en el transporte o almacenamiento pueden contaminarse por contacto con otros productos o superficies.

¿Cuál es la forma correcta de lavar las uvas para deshacerse de sus gérmenes?

El procedimiento más seguro para lavar las uvas no requiere el uso de productos químicos ni detergentes. De hecho, se recomienda evitar cualquier sustancia que no esté específicamente destinada a la limpieza de frutas y verduras.

A continuación, estos son los pasos generales para lavar uvas correctamente:

  1. Separar las uvas dañadas o en mal estado antes de comenzar la limpieza.
  2. Enjuagarlas bajo el chorro de agua fría.
  3. Frotarlas suavemente con los dedos para remover suciedad adherida.

Este método básico ya elimina buena parte de los contaminantes. Sin embargo, pueden aplicarse técnicas complementarias con ingredientes domésticos. Entre los métodos caseros eficaces se encuentran:

  1. Mezclar una parte de vinagre blanco con tres partes de agua en un recipiente.
  2. Introducir el racimo de uvas y asegurarse de que todas queden sumergidas.
  3. Dejar en remojo durante 10 o 15 minutos.
  4. Enjuagar bien con agua fría para eliminar residuos de vinagre.
  5. Secar sobre un paño limpio o toallas de papel.
  1. Disolver una cucharada de bicarbonato en dos tazas de agua.
  2. Sumergir las uvas durante 15 minutos.
  3. Aclarar con agua corriente.
  4. Secar completamente antes de almacenarlas.

Ambos métodos son útiles para reducir residuos de pesticidas y carga microbiana sin alterar el sabor ni la textura de la fruta.

¿Cómo se almacenan las uvas ya lavadas?

Una vez finalizado el proceso de lavado, es necesario garantizar que las uvas estén completamente secas antes de almacenarlas. La humedad residual puede favorecer la aparición de moho y acelerar la descomposición.

Estas son algunas recomendaciones prácticas:

Si se opta por refrigerarlas, es aconsejable usar un recipiente abierto o una bolsa con perforaciones para permitir la circulación del aire.

Lo que no se debe hacer al lavar las uvas

Hay prácticas comunes que no resultan adecuadas en la higiene de frutas, en especial en el caso de las uvas:

El uso de productos específicos para frutas y verduras también es válido, siempre que se sigan las instrucciones del fabricante. Existen opciones en forma de gotero, diseñadas para desinfectar alimentos de consumo directo.

Aspectos nutricionales de las uvas

Además de prestar atención a su limpieza, es relevante conocer los aportes nutricionales de esta fruta. Según datos del U.S. Department of Agriculture (USDA), por cada 100 gramos de uvas se obtienen:

También contienen vitaminas como A, C, D, B6 y B12, así como minerales como calcio, hierro, magnesio y potasio. Las uvas no aportan colesterol y tienen un efecto positivo sobre el índice glucémico, lo que las convierte en una opción viable para personas con niveles elevados de colesterol o con diabetes.