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Diversión: ¿Cuáles son los juegos infantiles tradicionales de Francia?

La idiosincrasia de un país se mide por su cultura y muchos otros parámetros. En este caso, en cada lugar los niños juegan de igual o diferente manera. En este caso, hay que señalar cuáles son los juegos infantiles tradicionales de Francia. ¡A jugar!

Y es el país vecino tiene una larga tradición en tales juegos que van pasando de generación en generación, además de muchos otros nuevos que han surgido realmente hace pocos años.

Juegos infantiles de Francia

Bilboquet

En todo juego infantil que se precie destaca siempre una pelota, por esto el bilboquet hay también este utensilio y además una taza. Se ensarta un hilo a través de una pelota y anudando el hilo en un pequeño agujero en el fondo de la copa. Este juego data del siglo XVI pero hay variaciones distintas. Consiste en girar diversos objetos que se han atado a la taza.

La Bataille

Es uno de los más conocidos, y en esta caso, estamos hablando  de un juego de mesa de cartas.  Se reparten las cartas y el que tiene la más alta gana todas las demás. Si la carta más alta tiene dos o más jugadores, éstos ejecutan otra carta a fin de decidir cual ganará las tarjetas de vuelta.

Petanca

También se conoce en nuestro país, así que seguro sabes de qué se trata. Y aunque se juega en la niñez, también los adultos lo hacen (y hasta realizan campeonatos).

Se exponen bolas algo pesadas sobre una superficie de arena para jugar, y cada jugador trata de tirar la pelota lo más cerca posible hacia la bola principal. Es necesaria precisión para poder acercarse a la pelota.

Quilles

Entre los juegos infantiles tradicionales de Francia están los de habilidad. Debemos especificar que la palabra quilles en francés quiere decir clavijas. ¿En qué consiste? En este caso, también hay pelota, y ésta  golpea los pones y se ata a una cuerda de las ramas de un árbol, de forma que queda a tres o cuatro pulgadas de la tierra.

Así, los jugadores se van turnando a la hora de coger la pelota, alejándose del árbol y se deja ir al balón, intentado que derribe el mayor número de pines posible.

Como vemos, el balón o las cartas siguen siendo preferidos por los más pequeños porque realmente necesitan moverse y también desarrollar su intelecto, de igual forma que sucede en los juegos más auténticos y tradicionales de muchos otros países.