Un chef revela la clave para recalentar las patatas fritas y que parezcan recién hechas: el secreto mejor guardado


Las patatas fritas son un alimento apreciado en todo el mundo: crujientes, doradas, deliciosas y versátiles. Puedes acompañarlas con una hamburguesa, con un sándwich o, por qué no, disfrutarlas solas. Sin embargo, cuando se recalientan, es fácil que pierdan su textura crujiente y se vuelvan blandas y gomosas. Y ahí está el dilema: ¿cómo recalentar las patatas fritas? La respuesta a esta pregunta no está en el microondas, como muchos podrían pensar.
En lugar de mantenerlas crujientes, el microondas tiende a recocinarlas, resultando en una textura blanda y gomosa. Este fenómeno se debe a la forma en que el microondas calienta los alimentos, generando vapor dentro de ellos y arruinando la capa exterior crujiente que tanto nos gusta. Afortunadamente, hay una solución mucho mejor.
El mejor truco para recalentar las patatas fritas
John Armand Mitzewich, más conocido como Chef John, es un cocinero de renombre internacional que comparte en sus vídeos y blogs consejos culinarios. En esta ocasión, ha hablado sobre cómo recalentar las patatas fritas, señalando que la sartén es la mejor opción de todas: «El horno puede funcionar bien, pero realmente no necesitas utilizar un electrodoméstico tan grande para recalentar un pequeño puñado de patatas fritas».
El truco detrás de este método tan efectivo es simple: mantener las patatas en movimiento en la sartén. No es necesario añadir aceite adicional, ya que las patatas ya contienen suficiente grasa de su preparación anterior.
Chef John explica cómo hacerlo: «Lo más importante es mantener las patatas fritas en movimiento. Revolviéndolas cada 30 segundos más o menos, hasta que estén crujientes». Este método permite que el calor se distribuya de manera uniforme y rápida, eliminando la humedad superficial de las patatas y dejándolas crujientes por fuera y tierna por dentro.
Los pasos a seguir son muy simples:
- Calienta la sartén a fuego medio-alto para asegurar que las patatas se calienten rápidamente sin quemarse.
- Coloca las patatas en una sola capa, sin amontonarlas. Esto permitirá que se calienten de manera uniforme.
- Evita agregar aceite o mantequilla, ya que las patatas fritas ya tienen suficiente grasa por sí solas.
- Remueve las patatas cada 30 segundos con una espátula o cuchara de madera para evitar que se quemen o se peguen.
- Después de tres a cuatro minutos, escucha el sonido crujiente que emiten las patatas. Este es un indicativo de que están listas.
Freidora de aire
Otra buena opción para recalentar las patatas fritas es usar una freidora de aire, que ha ganado una enorme popularidad en los últimos años gracias a su capacidad para proporcionar una textura crujiente similar a la de las patatas recién fritas, sin la necesidad de sumergirlas en aceite caliente.
Para usar la freidora de aire, simplemente coloca las patatas fritas en la cesta sin sobrecargarla. Ajusta la temperatura a 180°C y cocina las patatas durante tres a cinco minutos, dependiendo de la cantidad y el grosor de las patatas. Al igual que con la sartén, no es necesario añadir más aceite, ya que las patatas ya tienen suficiente grasa de la fritura inicial.
Consejos adicionales
Hacer unas buenas patatas fritas puede parecer una tarea sencilla, pero lograr ese equilibrio perfecto entre una textura crujiente por fuera y tierna por dentro requiere de algunos trucos y paciencia.
La elección de la patata es clave para obtener un buen resultado. Las patatas de tipo harinoso son las mejores, ya que tienen un mayor contenido de almidón, lo que hace que queden crujientes por fuera y suaves por dentro. Las más recomendadas son las Russet o las Monalisa.
Después de cortar las patatas, es importante remojarlas en agua fría durante al menos 30 minutos, o incluso una hora. El remojo ayuda a eliminar el exceso de almidón que puede hacer que las patatas se adhieran entre sí durante la fritura y, además, contribuye a una textura más crujiente. Si tienes tiempo, puedes cambiar el agua un par de veces para eliminar aún más almidón.
Una vez que las patatas se hayan remojado, escúrrelas bien y sécalas con un paño limpio o papel absorbente. Este paso es crucial, ya que el exceso de humedad puede hacer que el aceite salte y también puede afectar la textura crujiente de las patatas.
El aceite debe estar bien caliente para que las patatas queden crujientes y doradas. Puedes usar aceite de girasol o aceite de oliva, dependiendo de tu preferencia. La temperatura ideal es de 170-180°C. Para comprobar si el aceite está lo suficientemente caliente, puedes sumergir una patata: si burbujea inmediatamente, está listo.
Una vez que las patatas estén fritas y crujientes, colócalas sobre un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto asegurará que no queden grasientas. Mientras las patatas aún están calientes, salpica una pizca de sal para darle el toque final. Si quieres, puedes añadir otros condimentos como pimienta, ajo en polvo o incluso hierbas frescas como romero o tomillo.