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Así es la gelatina: te ayuda a aumentar el colágeno para proteger tus articulaciones

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El colágeno desempeña un papel fundamental en el cuerpo humano al unir los tejidos conectivos y formar las estructuras que sostienen y dan forma al organismo. Su función principal es proporcionar firmeza y elasticidad a estos tejidos, además de contribuir a su hidratación.

Sin embargo, con el paso de los años, la producción de colágeno disminuye gradualmente, lo que puede provocar una serie de efectos negativos en el cuerpo. Esta disminución en la producción de colágeno es una parte natural del proceso de envejecimiento y puede afectar la calidad de vida de las personas mayores.

El alimento con colágeno para mejorar la salud de las articulaciones

La gelatina se origina a partir del colágeno, una proteína que se encuentra en abundancia en los tejidos conectivos de animales, como huesos y cartílagos. El proceso de elaboración de la gelatina implica hervir estos tejidos para extraer el colágeno, que luego se descompone en gelatina mediante un proceso de enfriamiento. Este alimento contiene aminoácidos esenciales, como la glicina y la prolina, que son esenciales para la formación de colágeno en el cuerpo.

Para obtener los beneficios de la gelatina, es importante seleccionar opciones sin azúcares añadidos ni aditivos. Una recomendación práctica es preparar gelatina casera utilizando caldos de huesos ricos en colágeno. Para ello, se hierven huesos de animales como pollo, ternera o pescado durante varias horas, lo que permite que los nutrientes y el colágeno se liberen en el líquido. Luego, este caldo se mezcla con gelatina sin sabor y se enfría para obtener una gelatina con múltiples beneficios para la salud:

Otros alimentos ricos en esta proteína

La carne de res es una excelente fuente de colágeno, además de otros nutrientes esenciales como la proteína y el hierro. El colágeno se encuentra principalmente en los cortes de carne con hueso, y se forma gelatina cuando se cocina la carne durante mucho tiempo.

Las carnes blancas, como el pollo y el pavo, también son ricas en glicina y prolina, aminoácidos necesarios para la síntesis de colágeno. Incorporar estos tipos de carne en tu alimentación puede ayudar a aumentar la producción de colágeno en el cuerpo.

El pescado, especialmente variedades como el salmón, la trucha y el atún, es una buena fuente de colágeno. Además, el pescado contiene ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud del corazón y ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo.

Las frutas y verduras, especialmente aquellas ricas en vitamina C, son importantes para la producción de colágeno en el cuerpo. Ejemplos de estas incluyen cítricos, kiwis, fresas, pimientos, espinacas y brócoli.

Los huevos son otra opción que puedes considerar, ya que son una fuente rica en proteínas y contienen pequeñas cantidades de colágeno. Además, los huevos son ricos en aminoácidos esenciales necesarios para la producción de colágeno en el cuerpo.

Los frutos secos, como las almendras y nueces, contienen zinc y cobre, minerales esenciales para la producción de colágeno. Además, son una excelente fuente de proteínas y grasas saludables para el cuerpo.

El caldo de hueso es una opción que puedes incorporar a tu dieta, ya que es una excelente fuente de colágeno, calcio y magnesio. Puedes hacer fácilmente caldo de hueso en casa utilizando huesos de pollo o res.

Para determinar si el cuerpo necesita colágeno, es crucial prestar atención a varios indicadores. Por ejemplo, el estado de la piel puede proporcionar pistas significativas. La aparición de arrugas y la flacidez son señales comunes de deficiencia de colágeno, dado que esta proteína desempeña un papel fundamental en la elasticidad y la firmeza de la piel. Además, los dolores en las articulaciones pueden ser otro indicio relevante. La falta de colágeno puede causar rigidez y malestar en las articulaciones, lo que no solo dificulta la movilidad, sino que también aumenta el riesgo de lesiones.