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La araña violinista llegó a España: que hacer si te pica

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La araña violinista, que también se le conoce como reclusa chilena o araña de rincón, es un arácnido que se caracteriza por su color marrón rojizo y una marca en forma de violín en su cuerpo. Su tamaño varía entre uno y seis centímetros y su color puede ser marrón claro u oscuro, en función del entorno en el que se encuentre. Esta araña tiene un cuerpo aplanado y ovalado, con seis ojos dispuestos en forma de media luna, patas largas y delgadas, y un vello fino que cubre su cuerpo, lo que le permite moverse con agilidad. Suele esconderse en grietas y rincones de difícil acceso, como detrás de cuadros y muebles.

En España, especialmente en las regiones mediterránea y en provincias como Vizcaya y Madrid, la presencia de la araña violinista ha aumentado en los últimos años, y su veneno puede causar lesiones cutáneas graves. Uno de los casos más recientes ha sucedido en Santurtzi (Vizcaya), donde un vecino ha sufrido necrosis a raíz de la picadura de una araña violinista. Los síntomas comunes de una picadura incluyen enrojecimiento, hinchazón y calor en la zona afectada. En casos más graves, pueden aparecer complicaciones sistémicas como fiebre y náuseas, subrayando la importancia de prestar atención a la presencia de esta especie.

Todo lo que debes saber sobre la araña violinista

Las arañas, con su aspecto peculiar y a menudo inquietante, son capaces de inducir miedo en muchas personas. Su apariencia, con múltiples ojos, patas alargadas y cuerpos peludos, contribuye a su reputación de criaturas temibles. No obstante, la mayoría de las arañas son inofensivas y juegan un papel beneficioso en el control de insectos molestos, como moscas y mosquitos.

Entre las arañas que pueden causar preocupación se encuentra la araña violinista o de rincón, especialmente por su veneno. En España, se han registrado casos de mordeduras por esta especie, conocida por tener un veneno 15 veces más tóxico que el de la serpiente cobra. Aunque estas arañas no son demasiado comunes, su presencia en diversas regiones como Ibiza, Vizcaya y Valencia ha generado cierta alarma social en los últimos años. En Madrid, en 2017, se reportó el hallazgo de una araña violinista en un baño, destacando la necesidad de estar alerta.

Las arañas violinistas pertenecen a la familia Sicariidae y al género Loxosceles, e incluyen tres especies en España: Loxosceles rufescens, menos peligrosa y endémica del Mediterráneo; y las más venenosas Loxosceles reclusa y Loxosceles laeta.

Estas arañas se distinguen por una marca en forma de violín en su dorso, un cuerpo recubierto de vellosidad y patas delgadas. A pesar de su tamaño relativamente pequeño (generalmente no superan los tres centímetros), las especies latinoamericanas suelen ser un poco más grandes y con patas más alargadas.

Las arañas violinistas son principalmente nocturnas y suelen esconderse durante el día en grietas, armarios y rincones oscuros. En lugar de crear grandes telarañas, prefieren formar cuevas de seda en espacios oscuros.

Son arañas cazadoras que se alimentan de pequeños insectos y pueden alcanzar una velocidad de hasta 15 kilómetros por hora. Su comportamiento reservado las hace morder solo cuando se sienten amenazadas. Generalmente, prefieren huir y esconderse en lugar de atacar.

Picadura

La picadura de una araña violinista puede provocar un cuadro clínico conocido como aracnoidismo cutáneo, que en casos graves puede llevar a gangrena o necrosis.

Las especies más peligrosas, como la Loxosceles reclusa y Loxosceles laeta, pueden causar shock anafiláctico, con una mortalidad estimada de hasta el 32% en los casos más graves. Sin embargo, la mayoría de las mordeduras solo causan dolor y la aparición de ampollas. La especie endémica del Mediterráneo, Loxosceles rufescens, tiene un veneno menos potente.

Los síntomas de una picadura de araña violinista incluyen dolor intenso, enrojecimiento, hinchazón, y la aparición de ampollas o úlceras en la zona afectada. Los síntomas generales pueden ser malestar, debilidad, mareo, dolor de cabeza, náuseas y fiebre.

Ante una picadura, es crucial buscar atención médica de inmediato y, si es posible, llevar el ejemplar de la araña para un tratamiento más específico. Los primeros auxilios incluyen aplicar hielo sobre la zona afectada, evitar movimientos innecesarios, y lavar la herida con agua y jabón. No se deben utilizar desinfectantes que coloreen la zona, ni tampoco succionar el veneno con la boca.

Para evitar encuentros con estas arañas, se recomienda mantener un entorno limpio y ordenado, sellar puntos de entrada en el hogar, y utilizar guantes al manipular objetos poco usados. Además, es aconsejable sacudir ropa y zapatos antes de usarlos y utilizar trampas o veneno específico para controlar su presencia,.

Aunque las arañas violinistas pueden causar cierto temor debido a su potente veneno, la mayoría de los encuentros no resultan en situaciones de carácter grave. Sin embargo, tomar medidas preventivas y saber cómo actuar en caso de picadura puede ayudar a minimizar los riesgos asociados con estos arácnidos.