Cultura

‘The Pink Floyd Exhibition’ prorroga su estancia en IFEMA hasta el 27 de octubre

La muestra ha despertado también en nuestro país un enorme interés recibiendo visitantes de toda la península. Por ello, sus organizadores han decidido prorrogarla hasta el día 27 de octubre, permitiendo disfrutar un mes más de la exposición. 

Nick Mason presenta ‘The Pink Floyd Exhibition’ en IFEMA: un recorrido sideral por la historia de la banda

España ha sido el cuarto país en alojar ‘The Pink Floyd Exhibition: Their Mortal Remains’, la exposición retrospectiva aclamada por la crítica en torno a la figura de Pink Floyd, su música y su impacto en el arte y la cultura de nuestro tiempo. Tras el enorme éxito de su debut en el Victoria and Albert Museum de Londres en 2017, que recibió a más de 400.000 visitantes, la exposición se trasladó al Espacio 5.1 de IFEMA en Madrid, gestionado por Sold Out. La muestra ha despertado también en nuestro país un enorme interés recibiendo visitantes de toda la península. Por ello, sus organizadores han decidido prorrogarla hasta el día 27 de octubre, permitiendo disfrutar un mes más de la exposición.

El Espacio 5.1, que ya ha acogido con gran éxito otras muestras como ‘Harry Potter: The Exhibition’ y ‘Banksy: Genius or Vandal?’, es el lugar perfecto para experimentar este viaje inmersivo a través del universo de Pink Floyd, que incluye propuestas audiovisuales con la tecnología más avanzada, objetos, paisajes surrealistas e hitos culturales de nuestra historia reciente que evolucionan a lo largo de la exposición. Las entradas para estas nuevas fechas están a la venta en la web oficial de la exposición.

The Pink Floyd Exhibition es un espectáculo global de Michael Cohl, de Concert Productions International. En Madrid, la exposición está producida en asociación con DG Entertainment y Sold Out.

The Pink Floyd Exhibition es una colaboración entre los miembros de Pink Floyd y su comisario Aubrey ‘Po’ Powell. Desarrollada bajo la minuciosa supervisión deNick Mason, que ejerce de consultor de exposiciones para Pink Floyd, la muestra incluye más de 350 objetos recopilados a lo largo de la extraordinaria trayectoria de esta formación. Se trata de un viaje audiovisual a través de las más de cinco décadas de trayectoria de uno de los grupos más icónicos de todos los tiempos y de una excepcional revisión del personalísimo mundo de Pink Floyd, planteada en colaboración con Stufish, líderes en arquitectura de entretenimiento e históricos diseñadores de escenario de la banda británica.

Cada capítulo de la historia de Pink Floyd está representado por objetos y artefactos, muchos de los cuales se exhiben por primera vez en esta exposición, y acerca al público letras de canciones escritas a mano, instrumentos musicales, cartas, diseños originales y elementos escénicos. Algunos de los artículos expuestos permanecieron en almacenes, estudios de grabación y en las colecciones privadas de los miembros del grupo durante años antes de ser redescubiertos para esta exposición.

El público se sumerge en el universo de Pink Floyd desde el mismo momento en el que entra a ‘The Pink Floyd Exhibition: Their Mortal Remains’ desde donde es transportado a los psicodélicos comienzos de la banda en 1967, con ejemplos gráficos de sus atmosféricas proyecciones, elaboradas con aceites y luces, así como el equipamiento utilizado por el diseñador de iluminación el grupo durante la década de los 60, Peter Wynne Willson. La exposición se estructura como un recorrido cronológico por la trayectoria de Pink Floyd, conectando música, arte, diseño, tecnología de sonido y actuaciones en directo de la mano de discos tan referenciales como The Dark Side Of The Moon,Wish You Were Here, Animals, The Wally The Division Bell.

La muestra también celebra el arte y la tecnología. Sin ir más lejos, expone una pintura original de Syd Barrett, que estudió arte en Londres y en Cambridge, su ciudad natal, antes de convertirse en músico a tiempo completo. También se puede contemplar el Azimuth Co-Ordinator, el dispositivo personalizado que utilizaba Richard Wright para balancear el sonido en directo del grupo, a través de un joystick, en cada concierto que ofrecía. Este innovador artefacto jugó un papel fundamental en las teatrales actuaciones en vivo de Pink Floyd de finales de los 60, en lugares como el Royal Festival Hall o el Royal Albert Hall de Londres, además de participar en la grabación del collage de los relojes de ‘Time’, tema extraído del álbum The Dark Side of the Moon.