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Luján Argüelles: «Si lo dejas con tu marido, un ‘unfollow’ y punto»

Luján Argüelles (Asturias, 1977) tiene nuevo programa en la televisión de dating di-ver-ti-dí-si-mo: ¿A quién le gusta mi follower? Un formato que ha creado de cero para Netflix y un producto 100% español que se ve en cientos de países.

Este nuevo espacio va de ligar, pero de hacerlo bien. De tener citas, de flechazos, de conexiones. O sea, de love total de toda la vida, pero ambientado en el mundo digital en el que nos movemos, por eso han contado con tres influencers que se las saben todas: Jedet, Jonan Wiergo y Aroyitt.

Hoy en día si te mandan un fuego por las stories de Instagram es que quieren una cita contigo o estás de muy buen ver, así que atentos a las señales porque lo mismo ¡estáis a por uvas y perdéis la oportunidad de iros a pasarlo en grande a un pueblo de Albacete!  Además, si te dan unfollow tras una ruptura es normal, de alguna forma es como cortar dos veces con la misma persona. Un drama.

Luján, ¡pero no sabía que tenías un programa nuevo de citas! Me encanta. Me divierte mucho First Dates, por ejemplo, así que este programa seguro que también. Estoy convencida.

Pues tienes que verlo sí o sí. Porque si te gustan los programas de dating que sean frescos, divertidos y echar un rato agradable sin pensar en más que en gente que se está enamorando a lo loco (o no) tienes que ver ¿A quién le gusta mi follower? de Netflix.

Si te soy sincera, a mí me gusta más cuando unos dan calabazas a los otros. Soy un poco mala.

(Reímos) Bueno, en este tipo de programas al final hay una gente que va a buscar el amor y lo encuentra; otra que se va como ha venido. Es un camino donde hay una búsqueda del flechazo, eso es a lo que va un concursante, pero puede decidir plantarse y decir si le gusta o no le gusta. ¡Así que también vas a ver este tipo de cosas!

¿Qué es lo que más destacas del programa?

Me parece importante decir y destacar que es un formato español creado en España, hecho en España, y que, además, se está estrenando y se está emitiendo en 192 países del mundo a través de Netflix. Con lo cual, oye, hay que presumir también de lo nuestro, ¿no?

100% español.

100%. Yo he escrito todo el embrión hasta que Netflix lo compra. Tras ello, empezamos con el desarrollo, la producción, etc.

Has hecho más formatos parecidos como Un príncipe para Corinna, por ejemplo. ¿Has contado con el mismo equipo de postedición?

¡Claro que sí! Es que lo tuve claro desde el principio y era la misma gente con la que he hecho más programas –Quién quiere casarse con mi hijo o Granjero busca esposa– porque son unos genios absolutos de la edición.

Entonces me gustará, el montaje era fantástico.

Son los mejores, maestros totales.

Oye, ¿y cómo se te va ocurriendo esto? Metiendo la palabra follower, a tope de actual. 

He hecho muchos formatos de dating en televisión. Veía, además, que todo el mundo –o muchas personas, al menos– estaban en las aplicaciones como Tinder y en las redes sociales de este tipo, de ligar, y ves que jóvenes y no tan jóvenes se lanzan a decir a sus followers. ‘Hola, ¿cómo estás? ¿Quedamos?’. Así, sin más. Entonces, pensé que debíamos recrear el tema de las citas en el mundo de la digitalización. Al fin y al cabo, es el mundo en el que estamos y lo hemos usado para crear un formato televisivo.

Hace poco me enteré de que si te mandan un fuego en una storie de Instagram es que están ligando contigo. La gente pensará que estoy totalmente fuera de la vida.

(Reímos) Bueno, entonces es mejor conocer ese lenguaje digital, no vaya a ser que estén tirándote la caña y no te des cuenta.

Ya, ya. Eso y que las parejas cuando se separan se dejan de seguir en redes, eso es así. Un nuevo lugar donde encontrar pistas.

Claro, claro. Además, es que la gente cuenta su vida en redes, así que si lo has dejado con tu marido/novio y te hace daño, pues adiós muy buenas. Unfollow y punto. Así no tienes ningún tipo de información de esa persona. Yo lo entiendo.

En este programa, el concursante tiene como tres hadas madrinas digitales que le ayudan a elegir a su pareja, ¿no?

Eso es, le van guiando. Les ayudan a saber si están con el tonteo digital, con el match y todas esas cosas. Por eso, pensamos que estas hadas madrinas, como dices, tenían que ser poderosas en el espacio digital, ya que han crecido con todo este lenguaje y manejan este universo a la perfección. Así, de este modo, pueden dar clases magistrales a los concursantes de cómo se tienen que comportar en este medio para captar la atención de la persona que les interesa. Más tarde, les llevamos al cuerpo a cuerpo que es donde pueden enamorarse de verdad.

¿Qué se aprende de relaciones haciendo un programa así?

Bueno, aquí los protagonistas son muy jóvenes, el arco está entre los 20 y los 30, yo tengo 45 años, y de lo que me he dado cuenta es que ellos son muy libres a la hora de enfrentarse a una relación, una aventura, una historia o el inicio de algo o no. No hay un calendario, ni una meta, están apegamos al presente, al vamos a ver qué pasa, vamos a fluir. Y eso, eso es lo que he aprendido, es que yo vengo de una generación donde lo normal es buscar una pareja perfecta, casarse, tener hijos, una hipoteca…

Ahora lo de la hipoteca, desde luego, es a lo que menos se puede optar…

(Reímos) Oye, no podemos relacionar la hipoteca con el amor o la pareja, no podemos basarnos en cuánto dinero pagas por de la letra del piso. Hemos pecado mucho de eso, y seguimos pecando.

@MaríaVillardón