Cultura

La galería Mayoral presenta una muestra sobre Fernando Zóbel y sus coetáneos en Madrid

La primera exposición de la galería Mayoral en Madrid, Zóbel en el contexto del arte español de posguerra, tendrá lugar entre el 11 y el 21 de marzo en la Fundación Pons. La muestra, comisariada por Alfonso de la Torre, es un diálogo entre obras de Fernando Zóbel y otras creaciones abstractas de la posguerra española, entre las que destacan creaciones de Eduardo Chillida, José Guerrero, Luis Feito, Juana Francés, Manolo Millares, Joan Miró, Jorge Oteiza, Pablo Picasso, Gerardo Rueda, Antonio Saura y Antoni Tàpies.

Mayoral es una galería especializada en arte moderno y de postguerra, fundada por Manel Mayoral en Barcelona en 1989. Actualmente está dirigida por sus tres hijos, Cristina, Jordi y Eduardo. “Hacía tiempo que queríamos desarrollar una muestra como esta en Madrid. Será nuestra primera exposición en la ciudad y creemos que es el momento de reforzar nuestra confianza en el mercado del arte de la posguerra española. Y lo hacemos volviendo a los grandes valores de esa época con figuras como Zóbel, quien supo reunir con generosidad a todo un grupo excepcional de artistas. Pensamos que, en estos tiempos, la cultura y el arte son más necesarios que nunca”, afirma Jordi Mayoral.

La exposición reúne más de una docena de obras de Zóbel y sus contemporáneos, como Eduardo Chillida, José Guerrero, Luis Feito, Juana Francés, Manolo Millares, Joan Miró, Jorge Oteiza, Pablo Picasso, Gerardo Rueda, Antonio Saura y Antoni Tàpies, además de fotografías, publicaciones y documentos de la época que rememoran momentos de encuentro entre ellos.

¿Por qué Zóbel hoy? “Zóbel fue uno de los grandes artistas de la posguerra, impulsor, además, del Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca, y su legado sigue siendo vital para entender ese momento. La contribución de Zóbel al arte español ha sido fundamental y, como sucede con todos los grandes artistas, sus creaciones nos siguen conmoviendo e interpelando hoy. Este es el año Zóbel, ya que se va a publicar el Catálogo Razonado del artista”, añade Jordi Mayoral.

Es la primera vez que se hace una exposición en la que Zóbel es el punto de referencia dialogando con los artistas coetáneos. En esta muestra, las obras de Zóbel son la esencia para repasar y repensar la importancia del arte de la posguerra.

En palabras del comisario de la exposición, Alfonso de la Torre: “Prácticamente todos los artistas expuestos hicieron de la errancia internacional uno de sus lemas y, así, evocar a Fernando Zóbel es mencionar su ascendencia académica norteamericana, el extenso bagaje desde Oriente y sus viajes en Europa, que trasvasó con extraordinaria generosidad a su llegada a nuestro país a finales de los cincuenta. Zóbel devino un verdadero centro de energía. En 1955 empezó a coleccionar obras de pintores españoles abstractos. Así, la apertura del Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca (1966), con su colección, un insólito lugar hecho por artistas, con una colonia de creadores, se incardinaba con otras experiencias internacionales como aquellas que surgieron en Norteamérica, pienso en el neoyorquino Greenwich Village o en Yaddo, en Saratoga Springs. ‘A pesar de todo, el mundo marchaba hacia adelante’, había sido el vaticinio de Millares”.

Sobre Fernando Zóbel

Fernando Zóbel (1924, Manila, Filipinas – 1984, Roma, Italia), hijo de una prominente familia filipina de origen español, pasó su infancia entre España y Filipinas y se licenció en la Universidad de Harvard de EE UU en Filosofía y Letras. Influido por la obra de Rothko, y la pintura y la caligrafía china y japonesa, pintó sus primeras obras abstractas a las que denominó Saetas.

Después de las Saetas, Zóbel inició una serie llamada Serie Negra influida por la caligrafía china. La Serie Negra se inició en 1959 en Madrid y continuó a lo largo de cuatro años. Durante una década, Zóbel compaginó su trabajo en la empresa familiar en Manila con su vida como pintor entre Filipinas, EE UU y España. En 1955 había empezado a coleccionar obras de pintores españoles abstractos, a quienes conocía y frecuentaba, como Antonio Saura, Gerardo Rueda, Luis Feito, Guillermo Delgado, Antonio Lorenzo, Manuel Millares y Eusebio Sempere. En 1960 tomó la decisión de mudarse a Madrid y dedicarse por entero a la pintura.

De 1963 a 1975 se extiende la etapa más larga en la pintura de Zóbel. En 1963 volvió al color y entraron lentamente los sienas, los tostados, ocres y grises en obras como Atienza. Armadura III o Pancorbo. La idea de instalar su colección de pintura en algún lugar fuera de su casa de Madrid fue tomando forma. Finalmente, en 1966 fundó el Museo de Arte Abstracto Español en las Casas Colgadas de Cuenca.

A finales de la década de 1960 y principios de la de 1970, Zóbel estaba trabajando en una serie de pinturas llamadas Diálogos, que eran sus variaciones abstractas de pinturas que admiraba en los museos. También realizó una serie de pinturas inspiradas en el río Júcar de Cuenca.

Zóbel fue un estudioso del arte filipino, además de mentor y coleccionista que ayudó en la carrera de pintores españoles como Antonio Lorenzo, Eusebio Sempere, Martín Chirino, Antonio Saura y muchos otros. En 1983, el rey Juan Carlos le otorgó la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Murió en Roma el 2 de junio de 1984.