Pastora Soler vibra con Sevilla

Pastora Soler
Pastora Soler saluda al público al finalizar su concierto en Sevilla.

Pastora Soler llega en una noche calurosa para disfrutar con los suyos, su familia, su ciudad. Tras su vuelta a los escenarios, la artista, que cumple un año con el tour La Calma se encuentra en casa, “Sevilla, aquí estoy, en familia, con mis padres, mis raíces, mi gente”, dice.

Se apagan los focos y se escucha una voz, su voz, susurrando. Comienza a cantar. Pero, ¿dónde está? Aún no ha aparecido. Canta, con un hilo de voz en comparación a su torrente, aparece en el escenario y los aplausos estallan. Inicia con un popurrí de algunas de sus canciones más conocidas, como Corazón Congelao, compuesta por Carlos Jean. Y Sevilla quiere bailar con ella, pero la organización del concierto no lo permite, prohibido levantarse.

Pastora Soler no solo hace pop, es versátil. El piano suena, y tras pocas notas los sevillanos reconocen Y sin embargo te quiero, copla compuesta hace más de 60 años y versionada por artistas de la talla de Concha Piquer o Rocío Jurado, por las que Pastora Soler siente una gran devoción. Basta con un cajón flamenco y una guitarra para emocionar al público, Qué no daría yo (José Luis Perales), una de las canciones que más alboroto desató entre el público. “Aquí gusta la copla”, y Sevilla asiente entre aplausos.

El momento más especial llega con Estrella, una canción que compuso a su hija durante su retirada de los escenarios. Pide ver estrellas, y el público responde. Centenares de móviles alumbran el recinto. Puntos de luz que poco a poco se van apagando. Pero su voz ya no calla, tiene más sonido que nunca. Y lo demuestra con Quédate conmigo, canción que piden y ella ofrece./Beatriz Bermúdez

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