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Parece Cartagena de Indias pero está en España: el pueblo con casas de colores y famoso por el chocolate

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Lejos de la masificación turística del verano, los pequeños pueblos costeros de Alicante emergen como verdaderos tesoros. Uno de los lugares que brilla con luz propia es Villajoyosa, conocida cariñosamente como «La Vila». Este rincón mediterráneo se convierte en un refugio perfecto para quienes buscan tranquilidad, historia y paisajes que invitan a la contemplación. Las temperaturas suaves y la luz dorada del invierno en la costa alicantina transforman a Villajoyosa en un destino imprescindible en esta época del año.

Sus famosas casas pintadas en colores vivos, su tradición chocolatera y sus playas tranquilas hacen que este lugar sea una verdadera joya. Tanto si buscas desconectar de la rutina como si deseas descubrir un rincón cargado de historia y sabores auténticos, Villajoyosa tiene algo especial que ofrecer. Este invierno, su encanto te invita a caminar por su casco antiguo, degustar su deliciosa gastronomía y perderte en la magia de sus playas y acantilados.

Villajoyosa: encanto mediterráneo en invierno

Villajoyosa, fundada en época íbera y conocida como «Alonis» durante el Imperio Romano, tiene una rica historia que se refleja en cada rincón de su casco antiguo. Durante la dominación musulmana, la ciudad floreció gracias a su ubicación estratégica en la costa mediterránea. Sin embargo, fue en el siglo XIII, tras su conquista por Jaime I, cuando comenzó a consolidarse como una villa cristiana fortificada. El desarrollo marítimo y la pesca marcaron su economía durante siglos.

Lugares de interés

El casco antiguo de Villajoyosa es uno de sus mayores atractivos, con sus calles estrechas y casas pintadas en tonos brillantes que crean una paleta de colores digna de admirar. Cada fachada, ya sea azul, verde, amarilla o rosa, cuenta una historia que remonta a los días en que los pescadores utilizaban estos colores para identificar sus hogares desde alta mar.

Uno de los puntos destacados es la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de la Asunción,  construida en el siglo XVI y de estilo gótico. Cerca de allí, el Museo Municipal ofrece un recorrido por la rica historia de Villajoyosa, desde la época íbera hasta la actualidad. También es interesante conocer el recinto amurallado, que conserva parte de sus torres defensivas, como la Torre de Sant Josep, un antiguo mausoleo romano. Además, el mercado central es perfecto para saborear productos locales y empaparte del ambiente mediterráneo.

Playas

Villajoyosa es conocida por sus playas en verano, y durante el invierno éstas se transforman en espacios de tranquilidad y contemplación. La playa del Centro, con su extenso arenal y aguas cristalinas, es ideal para dar largos paseos mientras escuchas el suave romper de las olas. Por otro lado, la cala Racó del Conill ofrece un entorno más íntimo, rodeado de acantilados que proporcionan vistas espectaculares del Mediterráneo. Los senderos que rodean estas playas son perfectos para los amantes del senderismo y la naturaleza.

Tradición chocolatera

Villajoyosa también es famosa por su tradición chocolatera, que tiene sus raíces en el comercio marítimo del siglo XIX. Fábricas legendarias como Chocolates Valor y Chocolates Pérez abren sus puertas para ofrecer visitas guiadas donde puedes conocer el proceso de elaboración del chocolate y, por supuesto, degustarlo. El Museo del Chocolate, gestionado por Chocolates Valor, es una parada obligatoria. Aquí, los visitantes pueden aprender sobre la historia del cacao y su importancia en la economía local.

Gastronomía

La gastronomía es otro de los grandes atractivos de Villajoyosa. Su tradición marinera se refleja en platos únicos que combinan la frescura del mar con ingredientes de la huerta alicantina. Uno de los platos más emblemáticos es la olleta de blat, un guiso nutritivo muy reconfortante que se elabora con trigo, legumbres y verduras.

Otro plato que no puedes dejar de probar es el arroz a banda, una delicia que combina arroz con un caldo intenso preparado con pescado y marisco. La experiencia gastronómica se completa con los postres, donde el chocolate vuelve a ser protagonista, ya sea en forma de tartas, bombones o chocolates calientes.

Entorno natural

Para los amantes de la naturaleza, Villajoyosa cuenta con rutas de senderismo que atraviesan paisajes impresionantes. Desde senderos que bordean la costa hasta caminos que se adentran en el interior, cada recorrido ofrece una conexión única con el entorno natural. Una de las rutas más recomendadas es la que conduce al pantano de Amadorio, donde los visitantes pueden disfrutar de vistas espectaculares y un ambiente de serenidad absoluta.

Villajoyosa es un lugar que combina a la perfección la belleza del Mediterráneo con una rica tradición cultural y gastronómica. Este invierno, sus paisajes tranquilos, sus playas serenas y su vibrante casco antiguo ofrecen una experiencia inolvidable. Tanto si buscas relajarte como sumergirte en la historia y cultura local, este pueblo costero tiene algo para todos. No pierdas la oportunidad de visitar Villajoyosa y descubrir por qué es considerada uno de los grandes tesoros de la provincia de Alicante.