¿Pueden los árboles comunicarse? Descubrimientos sobre la vida vegetal

Las plantas suelen verse como elementos del paisaje, prácticamente carentes de actividad. Sin embargo, recientes avances en la neurobiología vegetal están eliminando esta idea. Cada vez más, los árboles se ven como seres vivos complejos que incluso cuentan con un sistema de comunicación entre ellos.

Los árboles son seres vivos altamente sensibles que se comunican entre sí, se mueven a su manera y apoyan a otras especies en su entorno. A pesar de no tener un sistema nervioso como los animales, parecen ser capaces de transmitir órdenes e impresiones, medir su entorno y aprender de sus experiencias.

La comunicación entre los árboles

Hoy sabemos que los árboles se “hablan” entre sí a través de tres medios: el intercambio químico, los impulsos eléctricos y los ultrasonidos. Todo indica que en los bosques los árboles se avisan mutuamente sobre plagas, depredadores, condiciones climáticas adversas y necesidades vitales.

La idea de que los árboles se comunican surge de la observación de sus sistemas de raíces y su interacción con los hongos. Este sistema de comunicación ha sido denominado “Wood wide web”, haciendo alusión a la “World Wide Web” de Internet.

Algunos estudiosos han señalado incluso que existen amistades entre árboles cercanos. Estas conexiones son más fuertes entre aquellos que están físicamente próximos, creando una dependencia mutua. De hecho, la muerte de un árbol “amigo” puede debilitar al otro e incluso llevarlo a su muerte.

Defensa común

Los árboles no solo utilizan sus raíces para compartir nutrientes; también envían hormonas y señales para alertar a otros árboles sobre amenazas. Al parecer, esta comunicación permite que se preparen para enfrentar condiciones adversas.

Cada célula de la planta tiene una carga eléctrica que se ve afectada cuando sufre daño. Esto provoca un fenómeno conocido como despolarización.

Algunas investigaciones realizadas en la Universidad de Lausana demostraron que estas señales eléctricas pueden transmitirse a través de las raíces, de manera similar a la comunicación neuronal. Aunque esta interacción es inferior a la de las neuronas, funciona de manera parecida.

El lenguaje de los árboles

La comunicación vegetal no se limita a las señales químicas y eléctricas. En 2012, un equipo de investigadores de la Universidad de Western Australia descubrió que las raíces de las plántulas de maíz emiten un sonido constante, inaudible para la mayoría de las personas.

Además, observaron que las plántulas de chile aceleraban su crecimiento en presencia de hinojo dulce. Inicialmente, se pensó que esto se debía a la emisión de compuestos químicos. Sin embargo, al aislar el chile de cualquier sustancia química, salvo el sonido, se estableció que las plántulas aún podían detectar el hinojo.

La producción de sonido en las plantas se relaciona con su metabolismo. Durante este proceso, el agua puede formar burbujas que producen sonidos. Sin embargo, hay cuestionamientos frente a esta idea, ya que no se han identificado órganos o proteínas específicos en las plantas para percibir el sonido. Es posible que no capten el sonido como tal, sino las vibraciones sonoras.

Cuestionamientos

La idea de que los árboles y las plantas se comunican entre sí ha sido respaldada por diversas investigaciones. Sin embargo, esta posibilidad genera desconfianza, e incluso rechazo, entre muchos especialistas.

Una de las principales objeciones proviene de la neurociencia vegetal. Hasta el momento, no se han identificado en las plantas tejidos que funcionen como sistemas nerviosos comparables a los de los animales superiores.

Por ello, muchos expertos aceptan que las plantas puedan responder a estímulos, pero no consideran que esto implique un procesamiento de información más elaborado. No se acepta la idea de que las plantas posean algún tipo de consciencia o inteligencia.

Con el creciente interés por la exploración de nuevos mundos más allá de la Tierra, es probable que la biología deba reexaminarse en el futuro. Muchos investigadores señalan que las plantas podrían tener un tipo de consciencia y sensibilidad que difiere de la nuestra en forma y expresión.

La vida social de los árboles

Los descubrimientos sobre la comunicación entre árboles sugieren que estos seres vivos no solo existen de manera aislada, sino que forman comunidades interdependientes. Algunas especies de árboles, como los álamos y los pinos, son conocidos por vivir en «bosques familiares», donde los individuos están conectados a través de redes subterráneas y comparten recursos. Este tipo de comportamiento no solo ayuda a la supervivencia de cada árbol, sino que también contribuye a la salud del ecosistema en su conjunto.

Además, se ha observado que los árboles más viejos, a menudo denominados «árboles madre», juegan un papel fundamental en la salud del bosque. Estos árboles tienden a ser más generosos en el suministro de nutrientes y protección a los jóvenes árboles, garantizando así la continuidad del bosque. Este tipo de altruismo en el reino vegetal desafía las nociones tradicionales de competencia y supervivencia del más fuerte.

Así que, la próxima vez que te encuentres en un bosque, recuerda que, aunque no lo veas, hay mucho más sucediendo a tu alrededor de lo que parece a simple vista. Los árboles están hablando, y su conversación es un recordatorio de la interconexión de toda la vida en nuestro planeta.

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