Ciencia
Minerales estratégicos

Ni hierro ni petróleo: España tiene el único yacimiento de ‘oro negro’ de Europa, y es crítico para fabricar móviles

En una comarca gallega de tradición minera se encuentra el único yacimiento activo en Europa de un mineral estratégico, conocido como ‘oro negro’. Su extracción no implica hoy la apertura de nuevas galerías, sino el aprovechamiento de los residuos acumulados durante décadas.

Este tipo de minería, basada en criterios de economía circular, despertó desde luego mucho interés internacional. Su producto estrella, el ‘oro negro’ (utilizado para la fabricación de smartphones), es más que relevante por su valor en la industria tecnológica y por el impacto geopolítico que genera su control a nivel global.

¿Cuál es el único yacimiento de ‘oro negro’ de Europa y en qué parte de España se encuentra?

La Mina de Penouta, situada en el municipio ourensano de Viana do Bolo, es el único enclave europeo donde se extrae coltán, una mezcla de columbita y tantalita. Este mineral, conocido popularmente como ‘oro negro’ es esencial para fabricar condensadores de tantalio, presentes en móviles, ordenadores, satélites y equipos médicos.

Su capacidad para almacenar y liberar energía lo convierte en un componente insustituible para dispositivos electrónicos. Cabe recordar en este sentido que el tantalio y niobio están clasificados como minerales estratégicos por la UE.

Aunque la mina comenzó su actividad en 1929, centrada en el estaño y el wolframio, su reconversión al oro negro llegó en 2018 con la entrada de Strategic Minerals Spain, filial de la canadiense Strategic Minerals Europe Corp.

Su modelo se basó en recuperar minerales metálicos a partir de los residuos de antiguas explotaciones. Así, se aprovechan escombreras y balsas en desuso, reduciendo el impacto ambiental.

En tanto, y a remarcar, la producción de esta mina se encuentra fuera de conflicto, ya que el coltán extraído en Penouta está libre de vínculos con conflictos armados.

La empresa cuenta con dos licencias: una para el tratamiento de residuos (Sección B) y otra para investigar la roca madre (Sección C). De los 100 kilos extraídos de restos mineros, sólo uno contiene minerales metálicos, mientras que el resto se comercializa como cuarzo, feldespato, mica o caolín.

La paralización judicial de este yacimiento de oro negro y un futuro incierto

En 2023, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) anuló las autorizaciones otorgadas por la Junta, tras una denuncia de Ecologistas en Acción. El argumento fue el impacto ambiental en un área próxima a la Red Natura 2000.

Esto provocó el cierre cautelar de la mina y pérdidas de 2,5 millones de euros en el primer semestre de 2024 para la empresa, que terminó en concurso de acreedores.

Strategic Minerals había llegado a emplear a 130 personas. El cierre desató protestas en la comarca y el rechazo institucional del concejo, que defendía el papel económico de la mina.

Actualmente, dos empresas gallegas (Grupo Taboram y Batán Arenal) han presentado una oferta de adquisición cercana a los tres millones de euros. Esta contempla una bolsa de empleo para recuperar parte de la plantilla en un plazo de tres años, una vez reactivada la actividad.

Revalorización minera en una zona sin conflictos

Uno de los principales valores que defiende la empresa es que el coltán gallego cumple con los criterios conflict-free. Esto significa que no está asociado a prácticas laborales abusivas ni a conflictos armados, como ocurre en países africanos, donde la extracción del mismo mineral está vinculada a violaciones de derechos humanos.

Además, el método de trabajo prescinde de productos químicos peligrosos. La extracción se realiza con procedimientos físicos, sin uso de explosivos. Esta forma de minería ha recibido valoraciones positivas por parte de expertos e instituciones:

El entorno se encontraba degradado antes del inicio de las operaciones. Strategic Minerals invirtió en la retirada de residuos peligrosos y en la restauración paisajística, con el compromiso de mejorar la calidad ecológica al finalizar la explotación.

¿Qué ocurrirá con la mina de Penouta?

Según los cálculos de Strategic, en Penouta quedan unas 12 millones de toneladas de material explotable. La extracción se prolongaría durante 14 años más, sumando en total cerca de dos décadas de actividad. La última fase se centrará en la restauración ambiental del área afectada.

Mientras se explotan los residuos del pasado, la empresa analiza si resulta viable abrir una nueva etapa centrada en la roca madre. La resolución de la Sección C será clave para determinar si Penouta puede mantener su rol como único yacimiento de oro negro en Europa.

En paralelo, el proceso de adquisición de la unidad productiva será determinante. La reactivación de la mina no sólo tiene una dimensión económica, sino también estratégica, dado el creciente interés internacional por los minerales críticos para la industria tecnológica.