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El legado de la humanidad en jaque: la herencia de nuestros ancestros en peligro

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El legado de la humanidad, en forma de arte, monumentos y edificios históricos, enfrenta una amenaza sin precedentes debido al cambio climático. Este fenómeno no solo está acelerando la pérdida de biodiversidad, agravando las desigualdades sociales y deteriorando la salud pública, sino que también está poniendo en peligro nuestra herencia artística y cultural. Las obras de arte, ya sea que se encuentren en el exterior, como esculturas y monumentos, o en el interior de museos y galerías, están expuestas a los efectos adversos de un clima cambiante. Las fluctuaciones en temperatura, humedad y otros factores climáticos están alterando los microclimas de los espacios de almacenamiento y conservación, lo que puede causar daños irreversibles a estas obras.

El impacto del cambio climático es particularmente devastador para las obras situadas en espacios extereiores, como las esculturas y monumentos. Sin embargo, incluso las piezas que se encuentran en ambientes controlados de temperatura y humedad están en peligro, ya que las variaciones atmosféricas pueden comprometer su conservación. Ejemplos emblemáticos como la Cueva de Altamira, con sus pinturas rupestres de más de 15,000 años, ilustran cómo los cambios en el entorno externo afectan el microclima interno y, por ende, el estado de las obras. En respuesta, se están desarrollando modelos predictivos y estrategias de conservación para mitigar estos efectos y proteger el legado cultural para las generaciones futuras.

La amenaza del cambio climático

El cambio climático está provocando un profundo impacto en la conservación de nuestra herencia artística y cultural. Esta situación pone en riesgo no solo el patrimonio histórico tangible, sino también nuestra identidad cultural, al acelerar la degradación de monumentos y obras de gran valor.

Monumentos y esculturas

Las obras expuestas a condiciones meteorológicas extremas, como esculturas y monumentos al aire libre, son particularmente vulnerables. El proyecto RESCUhE, liderado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), está evaluando cómo el cambio climático influye en el patrimonio histórico-artístico de España.

Utilizando 60 estaciones meteorológicas, los investigadores analizan el efecto de agentes erosivos como el viento, la lluvia y las oscilaciones térmicas. El estudio también incluye datos de seis estaciones de exposición directa, donde se colocan rocas en diversas orientaciones para observar su deterioro.

Cuevas con arte rupestre

Las cuevas con arte prehistórico, como la Cueva de Altamira en Cantabria, representan un caso crítico. Este patrimonio, conocido por sus pinturas rupestres de hace más de 13.000 años, enfrenta riesgos significativos debido a las fluctuaciones climáticas. Un estudio interdisciplinar publicado en Scientific Reports, en colaboración con el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), investiga cómo las variaciones atmosféricas afectan el microclima de la cueva.

Los investigadores han desarrollado modelos matemáticos para prever cómo las concentraciones de gases, como el CO2, evolucionarán hasta el año 2100. El aumento del CO2 y la humedad relativa aceleran el deterioro de las pinturas al disolver la roca y arrastrar los pigmentos, además de promover la formación de colonias bacterianas.

Obras en espacios climatizados

Aunque los museos y almacenes están diseñados para proteger las obras de arte de los factores ambientales externos, también pueden verse afectados por el cambio climático. Estos espacios, aunque controlados, no están completamente aislados de las variaciones atmosféricas.

La Universidad de Málaga ha estudiado cómo el cambio climático impacta en el patrimonio mueble e inmueble, identificando riesgos como el biodeterioro, fluctuaciones higrotérmicas y pérdida de color debido a la radiación UV. Para mitigar estos problemas, se recomienda la implementación de tecnologías de aislamiento y sistemas de climatización avanzados, como membranas de aislamiento en muros y ventanas con rotura de puente térmico.

Medidas de conservación y protección

La conservación del patrimonio bajo el impacto del cambio climático requiere de medidas tanto preventivas como directas. El proyecto RESCUhE, además de desarrollar modelos para simular la degradación futura, propone la instalación de barreras artificiales y naturales para reducir los efectos erosivos. En los edificios históricos, controlar las condiciones ambientales es especialmente complicado debido a su diseño y nivel de protección. La implementación de estrategias adecuadas es crucial para prevenir daños irreversibles en las obras de arte.

En resumen, el cambio climático está emergiendo como una amenaza significativa para la conservación del patrimonio cultural. Las obras de arte situadas en exteriores, como esculturas y monumentos, están expuestas a eventos meteorológicos extremos que aceleran su deterioro. De igual manera, las piezas almacenadas en espacios interiores, como museos y galerías, también están en riesgo debido a las variaciones en temperatura y humedad que pueden alterar los microclimas diseñados para su preservación.

Para enfrentar estos desafíos, es crucial desarrollar y aplicar estrategias de protección adaptadas a las nuevas condiciones ambientales. La investigación continua y la adaptación de tecnologías innovadoras serán esenciales para mitigar el impacto del cambio climático y preservar nuestra herencia artística para las generaciones futuras. Sólo mediante esfuerzos combinados en conservación y adaptación podremos garantizar la protección efectiva de nuestro legado cultural ante las amenazas actuales.