Ciencia
EL FUTURO QUE NOS ESPERA | Entrevista

José Luis Cordeiro: «En 2045 viviremos la muerte de la muerte»

Dijo el escritor y científico británico Arthur C. Clarke que «la única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de dichos límites, en lo imposible». Eso es lo que parece que están haciendo la ciencia y la tecnología, dibujando ante nosotros un futuro lleno de expectativas y preguntas que cada vez ponen más luz a las expectativas de los transhumanistas.

José Luis Cordeiro, transhumanista, MBA, PhD e ingeniero del Massachusetts Insitute of Technology, afirma que pronto veremos la muerte de la muerte. Pone fecha: 2045. Lo hace desde hace unos años.

También asegura José Luis Cordeiro que «un investigador del equipo de Izpisúa» le dijo que «estaba haciendo el rejuvenecimiento en humanos», así como que «conviviremos con los robots como lo hacemos con nuestro móvil»; que «en 2029 las máquinas pasarán el test de Turing y no sabremos si hablamos con una máquina o con un humano» y que «en dos décadas, no necesitaremos hablar». Lo cierto es que son varias las voces autorizadas que se pronuncian en este sentido. Como ejemplo, Rafael Yuste (prestigioso neurobiólogo, catedrático de la Universidad de Columbia) que ha declarado en alguna ocasión que la ciencia ya lee el cerebro y pronto desvelará hasta el subconsciente. Fue él quien trajo a la robot Sofía a España por primera vez. Fue en 2018. Confía en la ciencia y la tecnología para llegar al objetivo de la amortalidad. ¿Será posible?

Entretanto, José Luis Cordeiro apuesta por la criopresevación. En este momento, ya hay más de 500 personas criopreservadas en todo el mundo. Él recomienda criopreservar sólo el cerebro porque el cuerpo será clonable. Como alega, «se estima que hoy hay más de ocho millones de humanos que han estado congelados de pequeños usando la fertilización in vitro» y ya se han hecho pruebas con gusanos y mantienen la memoria, pese a haber estado congelados.

Para los que lo critican o dudan de sus afirmaciones, responde con contundencia: «A Galileo le querían quemar por decir que la Tierra no era el centro del Universo».