Ciencia
El machine learning ha sido capaz de identificar 6.000 nuevas especies de virus

Inteligencia artificial: la mejor forma para identificar virus

Los virus pueden definirse como unos microorganismos compuestos de material genético protegido por un envoltorio protico que puede causar diversas enfermedades introduciéndose como un parásito en las células. Los virus se presentan como uno de los mayores enemigos de los seres humanos, por eso es fundamental invertir en mejores técnicas de identificación. Extraer muestras de distintos lugares y analizar su ADN para obtener los datos fundamentales puede ser un proceso tan largo como inefectivo. Algo que puede cambiar gracias a la Inteligencia Artificial y el nuevo mecanismo de identificación de virus. Te lo contamos.

El análisis total

Un mecanismo basado en un algoritmo inteligente

Un nuevo estudio presentado en el Departamento Estadounidense de Energía (DOE) ha descubierto una nueva y mejorada fórmula para identificar virus en la que la protagonista es la Inteligencia Artificial. Un mecanismo en el que se ha necesitado la presencia del machine learning (aprendizaje automático) y con el que se han descubierto más de 6.000 nuevas especies de virus desconocidas hasta ahora. Unas muestras procedentes del zoo de Sao Paulo que han sido analizadas por medio de un algoritmo de Inteligencia Artificial que es capaz de aprender por sí mismo en cada tarea que realiza. Increíble ¿verdad?

Este algoritmo, creado por Simon Roux del Joint Genome Institute (California), se basaba en el «entrenamiento» de un algoritmo con dos entradas de datos. El primero de ellos contenía un total de 305 secuencias del genoma Inoviridae (virus que afectan a las bacterias), mientras que el segundo se conformaba de 2.000 secuencias de diversos microorganismos. Sin duda, estos fueron los primeros pasos de lo que posteriormente tomó Deyvid Amgarten, bioinformático de la Universidad de São Paulo en Brasil, para identificar las 6.000 nuevas especies de virus. 

La mejor forma de curar, es prevenir

Este complejo proceso se basa en un aprendizaje automático por parte del algoritmo que consistía en encontrar virus en las pilas de compost del zoo de São Paulo (Brasil). La clave residió en buscar las características distintivas de los genomas de los virus para analizarlos posteriormente y así poder determinar su origen. A partir de este momento, la computadora recupero varios genomas nuevos con los que poder identificar de la mejor forma los nuevos virus.