Los cigarrillos electrónicos dañan el ADN
Mucha gente utiliza la opción de los cigarrillos electrónicos para acabar con la adicción al tabaco. Unos dispositivos que se han convertido en toda una tendencia pero conviven con los usuarios envueltos en una nube de polémica. Peores que el tabaco, adictivos, perjudiciales para la salud… Muchos se ha dicho sobre los cigarrillos electrónicos por eso desde Okdiario Ciencia queremos resolver el enigma de una vez por todas ¡No te lo pierdas!
El enemigo del ADN
Un grupo de estudiosos de la Universidad de Nueva York, encabezados por Moon-shong Tang, han realizado un interesante estudio que ha logrado dar la vuelta al mundo. Según los datos, los cigarrillos electrónicos suponen un elemento perjudicial para el ADN. La liberación de nicotina sin pasar por un proceso en el que arde el tabaco consigue evitar que se generen productos cancerígenos de combustión. Sin embargo, el humo de los mismos puede producir daños irreversibles en el ADN. Cabe destacar que los cigarrillos electrónicos se enmarcan como una compleja alternativa al tabaco convencional pero no por ello está exentos de dañar el organismo.
Para demostrar sus teorías, el equipo de Moon-shong Tang realizó un experimento en el que se sometía a distintos ratones a ciertos niveles de humo proveniente de los cigarrillos electrónicos. Los resultados fueron espectaculares. Los roedores no solo perdieron facultades físicas, sino que se generaron daños importantes en el ADN de su corazón, vejiga y pulmones. Asimismo, la actividad reparadora del ácido desoxirribonucleico se desvanecía hasta unos niveles nunca vistos en un organismo completamente sano.
Al probar el mismo proceso con células humanas cultivadas pertenecientes a la vejiga y al pulmón se dieron cuenta de otro de los problemas más graves. La nitrosamina cetona que contiene este tipo de productos había generado unos altos niveles de mutación y transformación tumoral en dichas estructuras, convirtiéndolas en células perjudiciales y potencialmente peligrosas para la salud. La clave de todo este problema reside en la nitrosación, un proceso por el cual el compuesto orgánico se transforma en ciertos derivados de nitroso. Sin duda, el mecanismo que genera un mayor daño en el ADN humano debido a la liberación de ciertas sustancias perjudiciales que puede generar afecciones como cáncer de pulmón y vejiga.