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Hallazgo inaudito de los científicos: lo que han descubierto sobre el tiempo lo cambia todo

Tiempo
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A lo largo de la historia, el tiempo ha sido uno de los grandes misterios de la física y, al mismo tiempo, un tema recurrente en la cultura popular. Películas, series y novelas han imaginado una realidad donde el tiempo no sólo fluye en una única dirección, sino que es posible viajar a través de él o incluso retroceder. Desde las icónicas historias de «Regreso al Futuro» y «Doctor Who», hasta los enigmas filosóficos que se plantean sobre la naturaleza del tiempo, la idea de que éste pudiera ser más flexible de lo que pensamos ha cautivado nuestras mentes durante décadas.

Sin embargo, lo que parecía pura especulación ha dado un giro fascinante en el ámbito científico, gracias a un reciente descubrimiento que podría cambiar nuestra percepción del tiempo. Un equipo de científicos de la Universidad de Surrey ha realizado un hallazgo asombroso que sugiere que, a nivel cuántico, el tiempo podría no ser tan fijo como siempre hemos creído. Según el estudio, la dirección del tiempo podría no ser un fenómeno unidireccional, sino que es posible que en ciertos sistemas cuánticos surjan flechas de tiempo que se mueven en direcciones opuestas. Este descubrimiento no sólo desafía nuestra comprensión de la física, sino que también abre nuevas puertas para explorar el concepto de la «flecha del tiempo» y su relación con los procesos cuánticos.

Un nuevo enfoque de la flecha del tiempo

El equipo de científicos liderado por Andrea Rocco, de la Universidad de Surrey, se centró en investigar si el tiempo podría moverse en ambas direcciones bajo ciertas condiciones. El estudio, publicado en la revista Nature, se basa en los sistemas cuánticos, que son aquellos que operan a nivel subatómico, donde las reglas de la física clásica ya no se aplican de manera directa. Estos sistemas cuánticos, en lugar de seguir un comportamiento predecible, pueden estar sujetos a fenómenos como la superposición y la interferencia, lo que les otorga una flexibilidad que a menudo desafía las leyes tradicionales de la física.

Lo que hicieron los investigadores fue estudiar cómo los sistemas cuánticos interactúan con su entorno, en lo que se conoce como un sistema cuántico abierto. Este tipo de sistemas están expuestos a influencias externas que afectan su evolución. A partir de ahí, Rocco y su equipo propusieron un modelo matemático que podría explicar cómo, en ciertos casos, los sistemas cuánticos abiertos podrían no solo mostrar una flecha del tiempo unidireccional, como hemos asumido hasta ahora, sino que también podrían presentar una flecha opuesta.

Para simplificar el problema, los científicos hicieron dos suposiciones claves: primero, trataron el entorno que rodea al sistema cuántico como algo tan vasto y complejo que la información y la energía dispersadas en él no retornarían al sistema. En segundo lugar, asumieron que el sistema cuántico podría ser observado independientemente de este entorno, lo que les permitió analizar cómo emergía el flujo del tiempo en condiciones que podrían ser muy diferentes a las de nuestra experiencia diaria. A través de estos supuestos, el equipo pudo modelar cómo el tiempo podría ser percibido como una flecha unidireccional, incluso cuando las leyes fundamentales de la física no lo dictan de manera explícita.

Simetría temporal y sus implicaciones

El hallazgo más sorprendente de este estudio fue que, al aplicar las suposiciones anteriores, las ecuaciones no solo resultaron en un comportamiento que imitaba el flujo unidireccional del tiempo, sino que también mostraron que los sistemas cuánticos abiertos conservan una simetría temporal.

Es decir, la dirección en la que el tiempo se mueve en estos sistemas no está predeterminada; podría ir tanto hacia el futuro como hacia el pasado, sin que eso afecte las ecuaciones matemáticas subyacentes. De acuerdo con el análisis, esto indica que la simetría de inversión temporal podría ser una propiedad fundamental de la física cuántica que, hasta ahora, no se había considerado en profundidad.

Esta simetría temporal es algo que muchos científicos habían postulado anteriormente, pero que nunca se había demostrado de manera tan clara en un contexto práctico. Al analizar cómo un sistema cuántico interactúa con su entorno, los investigadores descubrieron que, incluso en las condiciones más simples, la flexibilidad temporal podría ser una característica inherente de los procesos cuánticos.

Además, los investigadores encontraron que esta simetría temporal podía ser más que una curiosidad teórica. Según Thomas Guff, coautor del estudio, un factor crucial que surgió en las ecuaciones fue la aparición de una discontinuidad temporal, un fenómeno que garantiza que se mantenga la simetría del tiempo, lo que da pie a una serie de nuevos estudios.

Este hallazgo tiene grandes implicaciones para la física cuántica y nuestra comprensión del tiempo en el universo. Si el tiempo no es tan fijo como pensábamos, podría cambiar nuestras teorías sobre el origen y el destino del cosmos, así como abrir la puerta a la posibilidad de viajar en el tiempo. La simetría de inversión temporal, como principio fundamental, nos invita a replantear el tiempo como un concepto más dinámico y flexible.

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