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Astronomía

Cielos de noviembre 2025: Orión, Tauro y Géminis brillan como las constelaciones del invierno

El cielo de noviembre marca la llegada de las constelaciones invernales. Descubre cómo observar Orión, Tauro y Géminis y disfruta de uno de los espectáculos más hermosos del año.

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  • Francisco María
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Los cielos de noviembre tendrán como protagonistas a las constelaciones de invierno: Orión, Tauro y Géminis. Juntas forman un triángulo que anuncia la temporada fría y que es visible desde cualquier punto del hemisferio norte, sin necesidad de telescopios.

Orión: el cazador

Orión es la constelación emblemática del invierno. Tiene una silueta rectangular, coronada por un cinturón de tres estrellas alineadas. En noviembre comienza a asomarse por el horizonte este después de las 9 p.m., pero su verdadero esplendor llega a partir de la medianoche, cuando se eleva hacia el sur.

El cinturón de Orión está formado por Alnitak, Alnilam y Mintaka y es el punto de partida perfecto. Desde allí, la constelación se despliega hacia arriba con los hombros (Betelgeuse y Bellatrix) y hacia abajo con las piernas, donde se destaca la súper gigante azul Rigel.

Colgando entre el cinturón y Rigel está la espectacular nebulosa de Orión. Se ve como una mancha difusa que se puede captar a simple vista en la oscuridad.

En noviembre, Orión asciende rápidamente. El 15 del mes, ya está completamente visible a las 11 p.m.; para el 30, emerge antes de las 8 p.m. Su punto más alto lo alcanza entre las 2 y 3 de la madrugada.

No es casualidad que Orión sea la constelación favorita de tantos observadores: su forma, su colorido y su riqueza la convierten en una guía perfecta para orientarse en el cielo invernal.

Tauro: el toro

Al noroeste de Orión se encuentra Tauro. Su estrella principal es Aldebarán, que brilla con un tono naranja intenso, el cual contrasta con el blanco-azulado de Rigel. Esta gigante marca el ojo del toro y desde ella se extiende la “V” de las Híades, el cúmulo abierto que forma la cabeza del animal. Más allá están las Pléyades.

En noviembre de 2025, Tauro sigue un ritmo similar al de Orión: es visible desde las 9 p.m. a mediados de mes y desde las 7 p.m. hacia finales. Su culminación tiene lugar alrededor de la 1 a.m. Aldebarán forma un triángulo alargado con Rigel y las Pléyades; este es un patrón que ayuda a orientarse rápidamente.

En las noches despejadas de noviembre de 2025, este conjunto brillará especialmente, recordando a un pequeño puñado de diamantes en el cielo.

Géminis: los gemelos

Al noreste de Orión y al norte de Tauro, Géminis completa el trío invernal. Sus estrellas principales son Cástor y Pólux; estas forman las cabezas de los gemelos mitológicos. Pólux es la más brillante y tiene un tono ligeramente anaranjado; Cástor es blanca y, en realidad, es un sistema múltiple de seis estrellas.

Cástor brilla con una luz blanca, mientras que Pólux lo hace con un tono dorado, y juntas marcan las cabezas de los hermanos mitológicos. En el interior de esta constelación se encuentra el radiante de las Geminidas, una de las lluvias de meteoros más intensas del año, que alcanzará su pico en diciembre. Pero ya en noviembre es posible ver cómo este punto del cielo comienza a elevarse a medianoche, anunciando el espectáculo que está por venir.

Desde estas cabezas hay dos líneas de estrellas más débiles que descienden hacia el sur y representan los cuerpos de los gemelos mitológicos.

En noviembre de 2025, Géminis aparece más tarde que sus vecinos. A principios de mes, solo Pólux se asoma por el horizonte este después de las 10 p.m.; para el 15, la constelación completa es visible a medianoche.

El mejor momento para observar

En noviembre hay varias noches ideales para disfrutar de este trío. La Luna llena del 5 de noviembre (Luna del castor) iluminará el firmamento hasta el amanecer, así que evita las fechas cercanas.

A partir del 11, la Luna mengua y se pone cada vez más temprano. El 15 de noviembre desaparece antes de las 11:30 p.m. y deja un cielo oscuro que es perfecto desde la medianoche. Entre el 20 y el 30, las noches son ideales, ya que no hay luz lunar significativa después del atardecer.

Apuesta a las madrugadas del 15 al 30 de noviembre. A las 2 a.m., Orión, Tauro y Géminis forman un triángulo brillante en el cielo sur, con el cinturón de Orión apuntando hacia Aldebarán y Pólux.

Consejos prácticos

No necesitas un equipo especial. Sal al menos 30 minutos después de la puesta del sol, abrígate bien y busca un lugar con horizonte despejado. Acuéstate en el suelo o usa una silla reclinable para contemplar el cielo.

Deja que tus ojos se adapten a la oscuridad durante 20 minutos. Con unos binoculares 10×50 podrás observar la nebulosa como una nube luminosa. Si tienes un telescopio pequeño, apunta a M42, a las Pléyades o a la región entre Cástor y Pólux.

Conclusión

Durante las noches de noviembre, Orión, Tauro y Géminis forman un triángulo imaginario que domina el firmamento. Son fáciles de ubicar incluso desde zonas con algo de contaminación lumínica, y bastan unos binoculares para disfrutar de sus detalles.

Contemplar estas constelaciones no es solo un ejercicio astronómico: es una experiencia casi meditativa. Bajo su luz fría y antigua, uno recuerda que el cielo es el mismo que observaron nuestros antepasados, y que sigue ahí, esperando pacientemente a quien levante la mirada.

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