Ciencia
Cambio climático

¿Es cierto que algunos animales aumentan de tamaño a causa del cambio climático?

El gigantismo inducido por el clima es una interesante manifestación de los efectos del cambio climático en la naturaleza. ¿Cómo es?

¿Qué animales podrán sobrevivir al cambio climático?

¿Cómo nos alertan las aves del cambio climático?

Extinción de animales y cambio climático

  • Francisco María
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Un reciente estudio publicado en Trends in Ecology and Evolution revela que algunos animales de sangre caliente están desarrollando picos, patas y orejas más grandes como respuesta al calentamiento global. Esta investigación fue liderada por Sara Ryding, investigadora de aves en la Universidad de Deakin, Australia. El estudio sugiere que estos cambios ayudan a los animales a regular mejor su temperatura corporal a medida que las temperaturas globales aumentan.

Cambios en aves y mamíferos, ¿por qué razones se producen?

Los cambios de tamaño más notables se han observado en las aves. Específicamente, varias especies de loros australianos han mostrado un aumento del 4% al 10% en el tamaño de sus picos desde 1871.

Así mismo, el junco de ojos oscuros de América del Norte (Junco hyemalis dorsalis) ha tenido un aumento del pico que se asocia con las temperaturas extremas en ambientes fríos. Estos cambios morfológicos pueden ser una respuesta adaptativa para mejorar la regulación de la temperatura corporal en climas más cálidos.

Además de las aves, algunos mamíferos también están mostrando adaptaciones morfológicas. Se ha registrado un aumento en la longitud de la cola de los ratones de bosque, así como un incremento en el tamaño de la cola y las patas de las musarañas enmascaradas. Los resultados de la investigación de Sara Ryding han sido publicados en la revista Trends in Ecology and Evolution.

Aunque los aumentos observados en el tamaño son relativamente pequeños (menos del 10%), estos cambios podrían ser más evidentes en el futuro. Según Ryding, algunas zonas más prominentes como las orejas podrían aumentar significativamente en los próximos años. Quizás veamos animales con características físicas muy diferentes en un futuro cercano.

Las arañas del Ártico

Un estudio liderado por la exploradora Amanda Koltz, de National Geographic, ha revelado que el aumento de las temperaturas y la densidad demográfica afectan a las Pardosa glacialis, una especie de araña que habita en la tundra ártica.

El calentamiento del Ártico es especialmente preocupante porque, a medida que la región se vuelve más cálida, el permafrost comienza a derretirse. El permafrost es una capa congelada de suelo y organismos muertos

Este proceso permite que hongos y bacterias descompongan el material orgánico. El efecto de este proceso es la liberación de gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano. Todos ellos aceleran aún más el cambio climático.

Un viejo problema

Desde hace casi una década, los científicos descubrieron que el cambio climático afecta a las poblaciones de arañas. Un estudio realizado en 2009 demostró que el calentamiento del Ártico, con primaveras más tempranas y veranos más largos, estaba aumentando el tamaño de las Pardosa glacialis.

Las arañas más grandes tienen la capacidad de producir más descendencia, lo que incrementa sus poblaciones. Las Pardosa glacialis se alimentan de insectos y arañas más pequeñas, y también practican el canibalismo cuando su densidad demográfica es demasiado alta.

Este comportamiento puede influir en la estructura de la comunidad de artrópodos en la tundra ártica y, en última instancia, en el ecosistema en general. Los hábitos alimenticios de esta especie podrían provocar un efecto en cascada en el ecosistema que alteraría la velocidad de descomposición del permafrost derretido.

El cambio climático y la adaptación

El cambio climático actual está imponiendo una presión significativa sobre diversas especies. La evolución por selección natural suele ocurrir en periodos largos, mucho más extensos que las pocas décadas en las que hemos observado el aumento de temperaturas. Esto plantea la pregunta de si la vida silvestre puede adaptarse a cambios ambientales tan rápidos.

Todo indica que el cambio climático está forzando a diversas especies a adaptarse rápidamente. Aunque la evolución por selección natural debería ser mucho más lenta, la presión ambiental actual está acelerando estos procesos en algunas especies. Estos hallazgos subrayan la importancia de entender cómo la vida silvestre se adapta a un planeta en constante cambio.

El dióxido de carbono

Una de las teorías que explican el gigantismo inducido por el clima sugiere que las altas temperaturas y los niveles elevados de dióxido de carbono en la atmósfera pueden favorecer el crecimiento de los animales. Por ejemplo, en el caso de los insectos, se ha observado que las larvas de ciertas especies crecen más rápido y alcanzan un tamaño mayor en condiciones de calor y altos niveles de CO2. Esto se debe a que las temperaturas más cálidas aceleran el metabolismo de los insectos, lo que les permite alimentarse más y crecer más rápido.

La búsqueda de alimentos y los desplazamientos

Otro factor que puede influir en el gigantismo de los animales es la disponibilidad de alimentos. El cambio climático puede alterar los patrones de precipitación y modificar los ecosistemas, lo que a su vez puede afectar la disponibilidad de alimentos para ciertas especies. En este sentido, es posible que los animales que se ven afectados por la escasez de alimentos busquen fuentes de alimento alternativas que les permitan crecer más y alcanzar un tamaño mayor.

Además, el cambio climático también puede afectar la distribución geográfica de las especies, lo que a su vez puede tener un impacto en su tamaño. Por ejemplo, si una especie se desplaza hacia latitudes más cálidas en respuesta al aumento de las temperaturas, es posible que se vea favorecida por las condiciones climáticas más propicias para su crecimiento y desarrollo. Esto podría dar lugar a un aumento del tamaño de los individuos de esa especie en las nuevas zonas en las que se establezcan.

Solo a través de una mayor investigación y concienciación podremos encontrar soluciones efectivas para mitigar los impactos del cambio climático en la fauna y flora del planeta.

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