Científicos logran rejuvenecer 30 años células de la piel

Un nuevo método llamado “reprogramación transitoria de la fase de maduración”, desarrollado en el Instituto Babraham, en Reino Unido, promete retrasar el envejecimiento de las células sin que pierdan sus funciones especializadas. Esta investigación está basada en el trabajo de Shinya Yamanaka, el científico que demostró por primera vez en 2007 cómo transformar células normales en células madre, ganando el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 2012. La ciencia no ha parado en la historia de buscar métodos para rejuvenecer en lo posible la piel, de una apariencia más estética, etc.

Reprogramación transitoria de la fase de maduración

El nuevo método, que se denomina “reprogramación transitoria de la fase de maduración” utiliza la reprogramación celular para rejuvenecer las células sin que estas pierdan sus funciones especializadas.

Según los investigadores, esto es una señal positiva para la posibilidad de crear células que puedan curar las heridas, pero también para el rejuvenecimiento de la piel.

Wolf Reik, jefe de grupo del programa de investigación sobre epigenética y quien dirigió esta investigación, dijo que estos hallazgos permitirían en un futuro identificar genes que rejuvenezcan sin reprogramación y apuntar de forma específica a los que reducen los efectos del envejecimiento.

Células reprogramadas, 30 años más jóvenes

En los análisis, los científicos observaron signos de rejuvenecimiento en dos genes implicados en síntomas y enfermedades relacionadas con la edad: el gen APBA2 (asociado con el Alzheimer) y el MAF, el gen relacionado con el desarrollo de cataratas.

Según las investigaciones, los fibroblastos de las células parcialmente rejuvenecidas pueden moverse hacia un corte más rápido con relación a las células más viejas. Estos producen colágeno, la molécula que se encuentra en la piel, los huesos, tendones y ligamentos, que ayuda a estructurar los tejidos.

El equipo analizó diversos indicadores de la edad celular, para demostrar que las células habían rejuvenecido. Uno de ellos, el reloj epigenético, en el que las etiquetas químicas presentes en el genoma marcan la edad. También se examinó el transcriptoma, que engloba todas las lecturas de genes producidas por la célula.

Según ambas medidas, las células reprogramadas coincidían con el perfil de las que eran 30 años más jóvenes, comparadas con los datos de referencia.

Reik, quien dijo sentirse entusiasmado por las implicaciones de estos hallazgos, indicó que este enfoque podría ser el punto de partida de valiosos descubrimientos con aplicaciones terapéuticas.

Si bien se encuentran en una etapa temprana en su investigación, el equipo de expertos cree que los hallazgos podrían revolucionar la medicina regenerativa, especialmente si fuera posible replicarlos en otros tipos de células.

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