Gallardo: «Mañueco hará de Largo Caballero un héroe tras romper el acuerdo de la Ley de Concordia»
Juan García-Gallardo Frings (Burgos, 1991) es el portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León y ex vicepresidente de esta comunidad autónoma. Su política en la región ha estado marcada por la abolición de las políticas de extrema izquierda que, según Vox, se han mantenido durante años en varios ámbitos de la Administración autonómica por la pasividad del Partido Popular. La Ley de Memoria Histórica, creación de la época de Zapatero, no es una excepción. García-Gallardo acusa al PP de querer recordar al histórico dirigente socialista Francisco Largo Caballero «como un héroe de la democracia» por el rechazo de los populares a la Ley de Concordia, una norma que pretende reconocer a todas las víctimas, incluidas las de la violencia de las izquierdas en la II República.
Ahora bien, la lucha contra la inmigración ilegal, el fortalecimiento de la seguridad en las calles y la defensa del campo a través de la abolición de la Agenda 2030 también han caracterizado su gestión hasta el pasado mes de julio, cuando dimitió como vicepresidente de Castilla y León tras la decisión del PP de acatar el reparto de menas del Gobierno central en todas las comunidades autónomas.
PREGUNTA.- El Partido Popular ratificó la Ley de Concordia hace meses pero ahora la rechaza ¿Qué ha ocurrido?
RESPUESTA.- El Partido Popular tiene una capacidad para la contradicción inagotable. A nosotros, a los periodistas y a sus propios votantes nunca nos deja de sorprender. Pero es así. El Partido Popular fue un partido que fundaron siete ministros de Franco, que luego, a nivel autonómico en Castilla y León, aprobó un decreto cuya exposición de motivos la podría haber redactado el señor Pablo Iglesias de Podemos y que, para tener un gobierno en coalición con nosotros, que lo que queremos devolver es la neutralidad en la visión histórica y el sentido común, acordó en marzo de 2022 aprobar una Ley de Concordia que superara el relato frentista que nos ha impuesto la izquierda a nivel nacional y muchos del PP a nivel regional, como era el PP de Juan Vicente Herrera. Una ley que ha sido acordada por dos grupos parlamentarios después de mucha negociación hace cinco meses y ahora no entendemos qué parte de la ley no les gusta. No sabemos si es que el señor Mañueco se ha hecho ahora un entusiasta de la Segunda República. No sabemos si el Partido Popular va a pasar de ser ese partido que llevaba la pulserita de la bandera de España a llevar la de la Segunda República. Parece que ahora quieren recordar a Indalecio Prieto o a Largo Caballero como héroes de la democracia en lugar de como unos golpistas más, que es lo que en realidad fueron.
P.- La Ley de Concordia incluye los crímenes de la II República y no establece víctimas de primera o de segunda. Entonces, ¿por qué no la apoya el PP?
R.- Parece que el Partido Popular de Castilla y León ya ha resuelto su crisis de identidad. Ha decidido ser un partido progre más, un partido que mire de reojo qué es lo que está haciendo el Partido Socialista del señor Tudanca para decidir qué camino político quieren andar. Nosotros consideramos esta ley una ley neutral que, como bien dices, respeta a todas las víctimas, no sólo las de la muy cruel Guerra Civil y el franquismo, sino también las del periodo que transcurre desde el año 1931 hasta el año 1936, una parte de la historia que ha sido negada a los españoles, que es toda la violencia política, toda la persecución religiosa que se vivió en este país durante esos años. Y nosotros lo que queremos acabar con esta ley es con esa falacia de que había unos señores muy malos y unos señores muy buenos, que eran los de la Segunda República. Es decir, que no estábamos en un paraíso democrático y de repente llegaron unos locos y decidieron implantar un régimen dictatorial totalitario, que es lo que dice el Decreto de Memoria Histórica que nos aprobó el Partido Popular en el año 2018 en Castilla y León.
P.- Tras este gesto del Partido Popular, ¿votará Vox en contra de los presupuestos de 2025?
R.- La sensación que tenemos nosotros es que el Partido Popular no tiene una voluntad real de registrar un proyecto de presupuestos que tenga vocación de tener apoyo parlamentario. Lo que están tratando de buscar es un relato ficticio según el cual Vox y el Partido Socialista en Castilla y León están conspirando contra el Partido Popular. Claro, lo que se tiene que plantear el Partido Popular es si de verdad quiere nuestro apoyo, que cada vez parece que demuestra que no lo quiere. Se tiene que plantear si lo que hacen es recuperar la Agenda 2030 como para las políticas agrícolas y ganaderas, como ha anunciado la nueva consejera. Si vuelven a engordar la cuenta de resultados de los sindicatos de izquierdas UGT y Comisiones, si el presidente se abraza todas las semanas a los líderes sindicales, si lo que hacen es mantener la política migratoria del PSOE con su efecto llamada y si lo que quieren es mantener una memoria histórica sectaria y de izquierdas, pues hombre, entenderán los dirigentes del Partido Popular que nosotros no vamos a regalar nuestros votos.
P.-¿Serían suficientes los votos de Vox para tumbar los presupuestos de 2025?
R.- Mi gran duda es qué objeción va a poner el señor Tudanca [PSOE] a unos presupuestos tan progres como los que anticipa el señor Mañueco. Quizás el Partido Popular es el camino que quiere tomar. Pueden agotar la legislatura prorrogando los presupuestos del año 2024, porque si convocan a finales del año 2025 sería un adelanto técnico y, por tanto, pueden acabar la legislatura de una manera cómoda desde esa perspectiva, porque desde luego nosotros pensamos hacer una oposición contundente contra esta deriva progre del PP. Pero bueno, quizás puedan recabar los votos del Partido Socialista. Entonces tendrían una gran coalición socialista. Un poco más radical, que es el socialismo de Sánchez y un socialismo bien peinado, que parece que es en el que se está convirtiendo el Partido Popular del señor Mañueco.
P.- ¿Qué propone Vox en Castilla y León con respecto a la inmigración ilegal?
R.- Nosotros partimos con cierta ventaja en esta materia porque proponemos lo mismo en Cataluña que en Murcia o en Castilla y León. Sí que es verdad que Castilla y León no vive la avalancha migratoria que se vive en las Islas Canarias, Murcia, Andalucía, Cataluña o ahora también en las Islas Baleares, y que se está viviendo en algunas ciudades del País Vasco y de otras localidades. Pero ya empiezan a verse episodios de violencia muy localizados en determinadas zonas, en determinados barrios, siempre de las personas más humildes y que menos se merecen tener que convivir con este tipo de situaciones. Lo que proponemos al Partido Popular en primer lugar es oposición a la política socialista, que se ha debatido, por ejemplo, en la última Conferencia Sectorial en Tenerife. Luego lo que le hemos propuesto es que traten de hacer gestiones para devolver a los supuestos menores extranjeros no acompañados a sus países de origen. Y luego, por supuesto, lo que hay que cesar es la colaboración con las ONG que contribuyen al éxito de las mafias del tráfico ilegal de personas. Lo que está haciendo hasta ahora la consejera de Familia es poner una alfombra roja a las mafias del tráfico ilegal de personas en Castilla y León, facilitándoles su actividad. No sólo se trata de hacer un control fronterizo, se trata de contribuir al fracaso de las mafias, que las mafias dejan de tener una industria tan lucrativa como la que están teniendo hasta ahora.
P.- ¿Cómo fue la ruptura con el PP el pasado mes de julio? ¿Cuál fue su postura en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional de Vox?
R.- Las deliberaciones de ese tipo de sesiones son secretas y estaría infringiendo mi deber de sigilo si yo dijera cuál fue la postura que yo defendí a título particular. Lo que yo sí que puedo decir es que el señor Feijóo, desde que tomó las riendas del Partido Popular, ha hecho todo lo posible por cargarse el Gobierno de Castilla y León. Lo hizo primero con las medidas para proteger a las mujeres embarazadas y a favor del derecho a la vida. Lo ha hecho después, cada vez que ha podido, tratando de meter el dedo en el ojo con políticas woke desautorizando o pidiendo a los líderes regionales que autorizaran algunas de las propuestas. Y lo hemos visto, por último, con la política migratoria, en la que vimos que muchos de los consejeros de otras comunidades autónomas, como la valenciana o la murciana, habían expresado en primer lugar que iban a la Conferencia Sectorial de Tenerife con la voluntad contraria a apoyar los pactos que sometían a consideración de esa reunión. Y luego, finalmente, todos los consejeros del Partido Popular hicieron exactamente lo mismo, que es santiguarse ante el señor Pedro Sánchez y decir que adelante con la recepción de menas en nombre de una falsa solidaridad con Canarias.