Ventajas del juego libre en el desarrollo de los niños
A la hora de conseguir que los niños conozcan a fondo el mundo en el que viven, aprendan valores como la responsabilidad e incluso adquieran una larga lista de conocimientos y habilidades es fundamental tener en cuenta el juego. Y es que este se convierte en una pieza fundamental para conseguir estos y otros muchos objetivos como los citados. En este caso, lo que vamos a hacer es darte a conocer las ventajas del llamado juego libre.
Ese, por si no lo sabes, se da en llamar así porque es el propio menor el que determina a qué jugar, si va a hacerlo solo o con compañía de otras personas, los materiales que va a utilizar, el tiempo que estará divirtiéndose…
Sigue leyendo y conoce cuáles los motivos por los que realmente merece la pena el poder conseguir que los más pequeños disfruten del llamado juego libre:
Fomenta su creatividad
Sin lugar a dudas, una de las grandes ventajas del llamado juego libre es el hecho de que les permite desarrollar y fomentar su creatividad. Sí, porque tendrán que hacer uso de su imaginación para, con los materiales que tienen a mano, inventarse un juego e incluso unas reglas, por ejemplo. Y estas cualidades son algo realmente importante tanto en su día a día de pequeños como incluso cuando sean mayores, sobre todo, si se dedican a profesiones donde la creatividad es una pieza esencial.
Es una manera de que aprendan a ser más autónomos
De la misma forma, no podemos pasar por alto el hecho de que el juego libre trae consigo la ventaja de que les enseña a tener autonomía. Sí, dejan de estar dependiendo de sus padres o de sus amigos para jugar y pasárselo en grande. Y es que el hecho de tener que inventar cómo divertirse les permitirá ir adquiriendo la libertad y la capacidad necesaria para no depender de nadie a la hora de entretenerse. Unos valores que son esenciales para toda la vida.
Ayuda a que aprendan a tomar decisiones
Otro de los motivos de peso para fomentar el tipo de juego que nos ocupa es el hecho de que les sirve a los más pequeños para tomar sus propias decisiones. Y es que, como hemos expuesto, deben decidir a qué van a jugar, qué elementos van a utilizar o incluso cuáles son las normas que van a existir si se van a entretener con más amigos.
De esta manera, con algo tan sencillo como es el juego irán fomentando esa capacidad para asumir la responsabilidad de decidir acerca de los distintos aspectos de su vida. Y esa es una cualidad importante tanto en su infancia y juventud como incluso en su etapa adulta.
Les sirve para aprender a divertirse con lo que tienen
En esta lista de aspectos positivos del llamado juego libre no podemos pasar por alto tampoco el hecho de que es una herramienta de gran utilidad a la hora de que los menores dejen de lado el ser materialistas y también el estar “enganchados” a la tecnología. Y es que esta manera de entretenimiento les propone el que desarrollen su imaginación para poder pasárselo en grande con lo que tienen a mano. Es decir, no se divertirán con el móvil ni con la consola, utilizarán cualquier objeto que poseen al alcance para ingeniarse la forma de divertirse.
Les permite mantenerse activos
Por supuesto, también es relevante destacar el hecho de que si se fomenta el juego libre en muchos hogares es porque sirve para que los más pequeños se mantengan activos en todo momento. Es decir, para que dejen de lado el sedentarismo y sean capaces, con su creatividad y lo que tienen a mano, de jugar y pasárselo en grande. De ahí que sea una alternativa para que estén activos tanto a nivel físico como mental.
A grandes rasgos, estas podemos decir que son las principales ventajas que trae consigo el llamado juego libre. No obstante, es importante saber que también aporta otros beneficios igualmente destacables como son estos:
- Contribuye a que los pequeños aprendan a socializarse con otras personas al propiciar que jueguen con ellos.
- Les permite conocer mucho más a fondo el entorno en el que viven.
- No menos importante es que les ayuda a aprender a resolver problemas o circunstancias adversas que no esperaban.