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Trastornos del espectro alcohólico fetal

Los trastornos del espectro alcohólico fetal (FASD, por sus siglas en inglés) representan una variedad de discapacidades físicas, mentales y conductuales causadas por el consumo de alcohol durante el embarazo o la exposición prenatal al alcohol (PAE, por sus siglas en inglés). Los trastornos del espectro alcohólico fetal se consideran una de las principales causas prevenibles de discapacidad del desarrollo. A pesar de su alta prevalencia, el trastorno del espectro alcohólico fetal a menudo se diagnostica erróneamente, lo que hace que las intervenciones sean más difíciles o se retrasen.

Trastornos del espectro alcohólico fetal

Cualquier mujer que esté embarazada debe ser consciente que tiene que dejar de lado lo que es la ingesta de drogas y de alcohol. Y es que es la manera de no solo cuidar su salud sino también de hacer lo propio con la del bebé que viene en camino. Si no respeta esa regla y consume dichas sustancias durante esos nueves meses pueden tener lugar lo que se conoce como trastornos del espectro alcohólico fetal.

Sigue leyendo y podrás conocer qué son así como otros datos de interés.

Lo primero que hay que tener claro es qué son. Pues bien, podemos establecer que esos, que se representan con las siglas TEAF, vienen a ser un grupo de afecciones que pueden aparecer en una persona cuya madre consumió alcohol durante su embarazo. Y es que al tomar ese el mismo pasa al bebé a través de lo que es el cordón umbilical.

Se trata de unas afecciones que podrían evitarse de una manera sencilla. ¿Cuál? Consiguiendo que la gestante no tome bebidas alcohólicas durante los nueve meses de la gestación.

Estos trastornos describen los impactos en el cerebro y el cuerpo de alguien expuesto al alcohol en el útero. Es una discapacidad de por vida, pero se puede prevenir con los servicios y apoyos adecuados.

Las personas con el trastorno pueden necesitar apoyo con:

Todas las personas con trastornos del espectro alcohólico fetal son únicas y tienen áreas tanto de fortalezas como de desafíos.

Se desconoce el número de personas con estos trastornos. Esto se debe a que es difícil de diagnosticar y, a menudo, pasa desapercibido. Estudios recientes de Canadá, EE. UU. y Europa estiman que entre el 1 % y el 5 % de la población padece el trastorno.

Causas

Los trastornos del espectro alcohólico fetal son causados por la exposición al alcohol en el útero. No son algo hereditario .

El alcohol daña el desarrollo celular. Si la madre que da a luz consume alcohol durante el embarazo, pasa al feto en desarrollo. Esto puede causar daño al cerebro y al cuerpo del feto en desarrollo.

Otros factores pueden afectar el desarrollo del feto, como:

Más de 400 otras condiciones de salud están relacionadas o comúnmente ocurren junto con el trastorno del espectro alcohólico fetal. Pueden afectar a casi todos los sistemas del cuerpo. Las condiciones de salud concurrentes más comunes pueden afectar:

El apoyo temprano y adecuado puede mejorar los resultados de las personas con trastorno del espectro alcohólico fetal. Las personas que no reciben apoyo tienen más probabilidades de enfrentar dificultades como:

El diagnóstico preciso es importante para un tratamiento eficaz. Los signos y síntomas de los trastornos del espectro alcohólico fetal a menudo se confunden con otras afecciones por lo que debemos estar muy atentos a esto.

Síntomas

Una vez que has podido saber qué son, llega el momento de tener claros los síntomas que vienen a indicar que una persona sufre alguno de los TEAF. En este caso, podemos exponer que son muchas y variadas las señales que pueden indicar esa situación. No obstante, entre las más claras y habituales se encuentran algunas como estas:

Síntomas a los que pueden unirse otros tales como una deficiente capacidad de razonamiento o problemas de audición, por ejemplo.

Clasificación de los trastornos

Además de todo lo indicado, también se hace necesario conocer una de las distintas clasificaciones que existen de los trastornos del espectro alcohólico fetal. En concreto, nos estamos refiriendo a la que los agrupa de esta manera:

Tratamiento

Un examen físico suele ser una de las medidas que se tomen para poder diagnosticar los trastornos citados y así establecer un tratamiento adecuado. No obstante, hay ocasiones en las que ese no es suficiente y tiene que realizarse otro tipo de pruebas.

Sea como sea, no hay un tratamiento único para hacerle frente a los TEAF, pues dependerá del tipo y de los síntomas que presente el menor en cuestión. No obstante, en todos los casos aquel deberá estar sustentado en un constante seguimiento para, entre otras cosas, proceder a realizar los cambios que vayan siendo necesarios.

Más datos de interés

Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto otros aspectos interesantes al respecto como son estos: