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Siesta por la tarde: ¿por qué es tan buena para el bebé?

Los bebés y los niños pequeños necesitan dormir mucho en un período de 24 horas, de modo que no bastará con ponerlos sólo a dormir por la noche.  Las siestas son el recurso al que debemos acudir para garantizar el descanso de nuestro pequeño pero además de esto existen otras razones por las que podemos decir que la siesta de la tarde es buena para el bebé así que las vemos a continuación.

Siesta por la tarde: ¿por qué es tan buena para el bebé?

Durante los primeros años de vida del bebé, es importante que duerma todas las horas posibles, de modo que las siestas se convierten en algo imprescindible, aunque es posiblemente la de la tarde, la mejor de todas. Os ofrecemos ahora toda la información sobre la siesta por la tarde y por qué es tan buena para el bebé.

Muchos son los padres que se cuestionan la idea de poner a los bebés a dormir (en especial cuando ya van a la guardería) por la tarde, dado que es posible que eso les reste sueño por la noche, pero se han realizado varios estudios al respecto los cuales indicarían que el descanso por la tarde es bueno porque aporta muchos beneficios para el cuerpo y la mente del niño.

De hecho, se ha demostrado que tras la actividad de la jornada (ya sea estar en casa o en la guardería), poner a dormir a los niños una pequeña siesta por la tarde, les permite reforzar su memoria y todo lo aprendido, además de hacerlo más activo, física y psicológicamente.

Sin embargo, no garantizar un descanso adecuado para el niño durante el día podría tener consecuencias a largo plazo, incluido el deterioro cognitivo.

Para confirmar tenemos que hacer referencia a un estudio publicado en la revista «Child Development» , realizada por investigadores de la Universidad de Tucson en Arizona , quienes han llevado a cabo un experimento con la colaboración de niños de tres años.

Estudio sobre la siesta por la tarde de los bebés

Para el experimento, los niños de tres años se dividieron en dos grupos: uno formado por niños que suelen dormir por la tarde (al menos 4 días a la semana) en el otro, aquellos que realizaban siesta de tarde de forma habitual.

Divididos por esos dos grupos, los niños son invitados a resolver un ejercicio que consiste en identificar objetos. Además, vieron un vídeo en el que unos actores realizaban gestos correspondientes a cada objeto.

Después de hacer la prueba, un grupo de niños hizo una siesta de unos 30 minutos mientras que el otro grupo permaneció despierto. Después de 24 horas , a todos los niños se les mostró el video nuevamente y se les pidió que acertaran a qué objeto se hacía referencia.

Se supo que los niños que habían dormido pudieron acertar el objeto la más fácilmente que aquellos que no habían hecho la siesta.

Por otro lado, existen otras razones que ahora enumeramos que te convencerán para poner al bebé a hacer la siesta por la tarde.

Las siestas están vinculadas a una mejor regulación emocional

Los padres, cuidadores y expertos en desarrollo infantil están de acuerdo en que un niño bien descansado es un niño más feliz . ¿Qué dice la investigación? Un estudio que involucró a niños de 2 años encontró que los niños pequeños que pierden solo una siesta se vuelven más ansiosos y retraídos, más irritados incluso por pequeños factores estresantes y menos felices con las cosas emocionantes.

Las siestas pueden ayudar a dormir mejor durante la noche

Varios expertos en sueño infantil señalan que si tu pequeño no duerme bien por la noche, unas mejores siestas pueden ayudar. Cuando los niños están demasiado cansados, dicen, sus cuerpos pueden inundarse con la hormona del estrés cortisol. Esto les da energía e interfiere con conciliar y permanecer dormido por la noche. Sin embargo, el momento de las siestas sí importa, especialmente a medida que los niños crecen. Las investigaciones muestran que dormir la siesta demasiado tarde retrasa la hora de acostarse de los niños pequeños. Y, para algunos bebés y niños pequeños, dormir más siestas durante el día puede resultar en menos horas de sueño nocturno.

Hasta qué edad es bueno que los niños hagan siesta por la tarde

No hay edad para dejar de dormir por la tarde, pero generalmente hasta los tres años de edad, el descanso de la tarde es una necesidad fisiológica del niño. En primer lugar porque sirve para regenerar las energías que gastó durante la mañana y que son necesarias para enfrentar el resto del día, y luego porque la siesta promueve el aprendizaje y desarrolla habilidades cognitivas.

Durante el descanso de la tarde, el niño procesa toda la información recibida y las emociones que ha experimentado hasta ese momento a través de las actividades que ha llevado a cabo.

En cuanto al tiempo que deben dormir dependerá de cada niño ya que si tu hijo o hija descansa bien por la noche es posible que con 20 minutos de siesta tenga más que suficiente, mientras que un niño que tiene un sueño más complicado puede que necesite recuperar energía más tiempo y con ello que tenga que hacer una siesta de una hora (un tiempo más que suficiente que no debería superarse nunca).

Y si se acostumbra a hacerla a diario cuando ya sea grande puede servirle no sólo para reducir el estrés sino para poder tener más energía una vez despierte para enfrentarse a sus deberes o a sus actividades extraescolares.

Qué pasa si el bebé no hace la siesta

Por otro lado, pensar que la siesta la tarde es mala por temor a que no duerma por la noche, en realidad no lo beneficiará, ya que esto solo podría ponerlo nervioso y excitado y, por lo tanto, que se sienta aún más molesto cuando sea la hora de irse a dormir.

De la misma manera, si te das cuenta de que el bebé no necesita una siesta, no tienes que obligarlo a dormir, porque el hecho de que no quiera hacerlo podría significar que la necesidad está cambiando.

Para evitar que el niño reste sueño al de la noche, es mejor que la siesta de la tarde se haga durante las primeras horas de esta. Es decir, puedes acostarlo tras comer o ponerlo a dormir por ejemplo a las 16:00 horas.

En resumen, si se hace de cierta manera, el descanso de la tarde, además de recargar las energías , mejora la memoria y la concentración del niño y no afectará para nada al sueño de la noche.